Las últimas dos semanas, y después de muchos meses, pude ir a mi casa del cantón Playas; pensé que disfrutaría junto con mi esposa –estamos jubilados– del descanso, pero me equivoqué ya que estoy en medio del ruido ambiental.

Ciertas casas funcionan como bares, y hay discotecas, donde beben, mantienen la música a altísimo volumen a pocos metros de viviendas, y de la casa vacacional del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS; contaminan el medioambiente por los decibeles altos del volumen.

El ruido es hasta las 04:30, no existe Policía, COE nacional –Comité de Operaciones de Emergencia– que controle. Ciertas discotecas abiertas funcionan en locales que en el día los cubren con varias puertas, pero en la noche prácticamente están al aire libre; el ruido se escucha a cuadras a la redonda. ¿No hay ordenanzas sobre la contaminación ambiental por el ruido que el Municipio pueda controlar?, porque si no se ha enterado, debería copiar a otros municipios que sí cumplen las normas sobre ruido, bulla. ¿Puede el COE nacional visitar sitios como estos por la contaminación acústica y las no observancias a las medidas de seguridad para evitar los contagios en la pandemia? Organismos deberían tomar medidas. No se trata de detener la reactivación económica sino solucionar molestias por el incumplimiento de las ordenanzas con el objeto que el cantón no se convierta en una tierra de nadie. (O)

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Segundo Gerardo Vargas, Playas