¿Habrán ahora tomado conciencia los que expusieron al Ecuador con irresponsable ligereza cuando dieron paso a un juicio político lleno de falacias contra el presidente de la República?, del proceder imperdonable de dizque duchos en la materia que ni siquiera escucharon a expertos constitucionalistas nacionales e internacionales que opinaban tirar a la basura semejante despropósito. Todo dejó un sabor amargo de conspiración política. La historia los juzgará como debe de ser. Y como consecuencia de ello, ya tenemos el circo propio de cada elección.

Ciertos políticos sobrevuelan ya el famélico y agonizante Estado, algo incomprensible, pues si tan mala es la situación del país ¿por qué tanto afán de captar el poder? ¿Será que candidatos quieren en realidad ‘sacrificarse’ por su patria? Cada día aparecen nuevos candidatos apoyados por partidos políticos que nadie conoce, salvo uno que otro. Ello conlleva a la división de votos que es lo que se debería evitar, pero tal es la ambición desmedida que lo único que importa son sus intereses, mas no el país. Tan corta es la vista que no avizoran que con actuación mediocre darán lugar a la autocracia, que se instale, como lo han hecho Castro, Maduro, Ortega. De suceder esto sus carreras como políticos quedarán en el limbo terminadas, quién sabe hasta cuántos años. ¡Por Dios!, unifiquen el voto nombrando a un solo candidato que reúna las mejores cualidades y exijan cambio de autoridades electorales. De nada valdrá que el pueblo vote si los resultados estarán como los del 5 de febrero. Y como si no fuese suficiente, ahora la CC y el CPCCS quieren tomar el lugar de asambleístas y empezar a obstaculizar la poca labor que el Gobierno podrá hacer en el corto tiempo que le queda. (O)

Nelly Mercedes Lozada García, jubilada, Guayaquil