Es inadmisible cómo ciertas autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS, a nivel nacional, atentan contra la salud de los afiliados , especialmente jubilados que después de aportar más de cuatro décadas a la institución, no son atendidos con la seriedad que merecen sus diferentes patologías, incluyendo el COVID.

Algunos médicos determinan los exámenes previos a intervenciones quirúrgicas y comienza el calvario interminable, recorrer los pasillos del Hospital Teodoro Maldonado Carbo en Guayaquil sin concretar la atención en la sección de tomografía, etc. Los pacientes, entre los que me incluyo, comprueban incrédulos como no atienden porque no cuentan con el material médico indispensable, particularmente los contrastes para hacer tomografías. El medicamento Optiray 300/50ml se ha terminado, y es posible que haya el próximo año 2022 si es que lo compran, y la tomografía ordenada por el médico para el 6 de diciembre se postergó. Mientras tanto tecnólogos cruzados de brazos, y médicos en declaraciones a una emisora eximieron su responsabilidad por la poca diligencia de autoridades anteriores del IESS, y dijeron que los legisladores no cambian las engorrosas normas del Sercop para la compra urgente de medicamentos. Los afiliados y los jubilados esperamos intervención enérgica del Gobierno, antes que estemos en el camposanto. (O)

José Medina, Guayaquil