Me ha causado mucha pena leer comentarios desabridos incluso de gente inteligente, sobre la boda del hijo del vicepresidente de la República del Ecuador... Felicito por la perfecta preparación de todos los detalles y lo alto que se ha dejado el nombre de Quito por la exquisitez en todas las delicadezas, en la filmación de esa boda, que a no dudarlo fue una ventana más para poner el nombre del Ecuador en sitial de honor.

... Lo que me preocupó fue que esto haya provocado comentarios en contra de la ciudad, familia, autoridades, la creadora, como producto de la mediocridad del medio... Me ha dado orgullo leer todo el trabajo tan minuciosamente realizado en la planificación, sin ayudas ni palancas, todo correctamente en la boda Borrero-Tookes... En lo único que no estoy de acuerdo en el concepto, es en lo de ‘las bodas perfectas’. La boda más perfecta puede ser la boda más sencilla, pues la boda no es la ceremonia ni la fiesta, sino el verdadero sentimiento de ambos contrayentes. La boda más sencilla puede ser la boda más hermosa del mundo, pero siempre debe ser al menos la eclesiástica, ¡para toda la vida! (O)

José Fernando Gómez Rosales, pediatra neonatólogo, avenida Samborondón