Representantes del SRI (Servicio de Rentas Internas) deberían caer de sorpresa en negocios de tratamientos de belleza, ferreterías, restaurantes, dulcerías, pastelerías, panaderías, consultorios de dentistas, de médicos; barberías, peluquerías, etc.; ver que algunos no facturan, dan un tiquete, papelito con un número para retirar la compra o recibir el servicio. El consumo no queda registrado en factura de papel o electrónica.

Ciertos consultorios funcionan sin letreros en casas, departamentos, donde arreglan dientes, toman radiografías... ¿Quién controla las ganancias de dichos trabajos? (O)

Judy Larrea Larrea, Guayaquil