A menudo se escucha criticar la política pública que ejerce el Gobierno con relación a las drogas que causan muertes, discapacidad, en la población ecuatoriana y en especial a los niños y adolescentes.

Ante este mal debemos actuar todos, incluyendo los medio de comunicación que tienen la tarea fundamental de dar a conocer a la población lo cruel que es la adicción y la degradación social a la que conlleva. Se debe implementar una campaña nacional de difusión televisiva, escrita y hablada; existir censura de aquellas películas que inciten al tráfico y consumo de drogas. El Gobierno nacional tiene que garantizar los recursos económicos para contratar médicos, psicólogos, terapeutas, espacios físicos..., con la finalidad de implementar programas gratuitos de atención a favor de las personas drogodependientes, recuperarlas e insertarlas socialmente. La Función Judicial, por su lado, luchar contra traficantes y microtraficantes mediante la imposición de penas sin que exista la suspensión de estas; para lo cual, a su vez, la Asamblea Nacional reforme en este sentido el Código Orgánico Integral Penal. Es la hora de crear una nueva malla educativa, en la que se reciban clases de lógica, ética, sociología, economía, historia, buenos principios, que están en desuso; educar con valores a los niños, adolescentes y jóvenes. Y la ciudadanía también tiene la obligación de denunciar ante la Policía Nacional a los traficantes para que sean capturados y desplazados del entono de nuestra población en riesgo.

La misión histórica de este Gobierno del encuentro es garantizar educación, empleo, emprendimiento, regeneración, y prevención de drogas. Además de la muerte existe discapacidad a consecuencia de las adicciones. Si todos arrimamos el hombro le ganamos a las drogas; empecemos ya. (O)

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Víctor León Tenorio, abogado, Guayaquil