Hasta cuándo las mujeres vamos a ser acosadas por machistas insolentes que se creen con el derecho de lanzarse sobre una mujer, con el objetivo de tocarla, decirle palabras con falta de respeto, solo por el hecho de ser mujer; más aún si es un tipo que viene a visitar el país.

Un policía debió detener, o algún caballero, si hubiera habido uno, frenar al tipo abusivo; el turista que acorraló ante las risas de otros hombres que tomaban fotos. Muy creído el patán, porque era gordo, alto y tatuado, que le dijo “mamacita” a una periodista en el sector de Puerto Santa Ana, en las celebraciones por la Copa Libertadores, en Guayaquil. Nadie hizo respetar a la periodista ecuatoriana; ella debió decirle que era un malcriado y no la tratara de dicha manera. No tenemos que permitir falta de respeto a la mujer. (O)

Catalina Fernández F., Guayaquil