Parece que el chantaje se ha entronizado en el mundo. Ya mismo en las relaciones interpersonales vamos a encontrar gente que si deseas estar en contacto tienes que exponerles tus gustos, prácticamente toda tu vida, para que puedas ser manipulado al antojo de ellos.

Cada vez es más frecuente que si entras a Google, las redes sociales, y quieres leer algo te encuentres con la noticia cubierta por un anuncio de que si quieres leer, tienes que aceptar que te espíen tu vida (lo que ya han estado haciendo) y usen lo tuyo como les venga en gana, incluso pasarlo a otros (por venta, canje o lo que sea). Este tipo de chantaje es inadmisible. Preferible es que no pasen nada, o que cobren por el uso. Es asqueroso, pues demuestra la deshonestidad de directivos y personal que trabaja en eso. Ahora ya no es solo que ellos conozcan cuáles son tus preferencias (lo que es lógico si almacenan información), sino que intercambiar estos datos con otras compañías pasa a ser un delito, pues se falta al respeto de la confidencialidad, y no se debería permitir que esto ocurra. Prácticamente el buscador web no sirve para nada, la mayor parte las búsquedas están bloqueadas por estos anuncios, tienen la cláusula que exige que aceptes que vas a ser espiado, o que se pueda comentar sobre tus gustos o preferencias. Debería haber un alto a este abuso repudiable. (O)

José Fernando Gómez Rosales, doctor en Pediatría, avenida Samborondón