La disolución de la Asamblea Nacional, facultad constitucional del presidente de la República otorgada por el artículo 148, fue ejercida por primera vez en la historia del Ecuador por el presidente Guillermo Lasso.

Este hecho, de por sí trascendental, inédito, pone al Ejecutivo y a la Corte Constitucional en una situación de grandes potencialidades y grandes riesgos.


De una parte, el presidente que no tiene limitación alguna en la Constitución para enviar cuanto proyecto considere urgente en materia económica, puede sentir la tentación de creer que se puede transformar totalmente al país en seis meses. De otra parte, la Corte puede actuar con miedos y recelos legales o políticos frente a una clara potestad del presidente.

La historia de los últimos 40 años del Ecuador demuestra la gran incapacidad de la Asamblea para producir cambios fundamentales, y además la gran capacidad de chantaje sobre el Ejecutivo que esta ha ejercido ante la vista y paciencia de la ciudadanía, de los medios de comunicación, de la sociedad entera.

Todo en materia económica hoy es urgente. No puede el país seguir con una estructura de tasas de interés absolutamente irracional, que está carcomiendo la capacidad de las empresas de aumentar su equipamiento y su renovación. El crédito se va al consumo. No queremos una economía que crezca por el consumo, sino por la inversión, por la generación de empleo, por la mayor producción que lleven a más ahorro, y a repetir el ciclo de más inversión y más producción y más empleo. El problema de tasas de interés grita a voz pelada que no va más, que no puede seguir así la situación, pues actúa totalmente en contra de ese ciclo virtuoso.

(...) será o una gran oportunidad de que se den cambios importantes o una oportunidad desperdiciada.

La situación de la seguridad social, en especial el Fondo de Invalidez, vejez y muerte, tiene que ser resuelta en forma urgente, urgentísima. La legislación laboral, absolutamente anquilosada, es uno de los grandes enemigos de la generación de empleo. No puede seguir así. Es otra reforma urgente. En el sector petrolero se requiere más inversión: hay reformas urgentes. En materia presupuestaria, hay necesidades urgentes. Son muchísimas las cosas que son urgentes, porque por años se han olvidado, por años no se han tratado, y porque por el populismo imperante, y la forma de hacer campañas en el Ecuador, estos temas no se tratan, no se resuelven, ni siquiera se discuten.

He aquí el gran dilema que tienen ante la historia la función de control constitucional y la Función Ejecutiva, producir el civilizado acuerdo que lleve al máximo posible de cambios, dentro de la sana razón y la sana lógica.

Isidro Ayora produjo cambios gigantescos del Ecuador en su gobierno, en el cual no había Asamblea. Clemente Yerovi hizo un eficaz gobierno de transición. Estos próximos meses son un espacio de transición. La Constitución faculta la muerte cruzada y se dio. Faculta al presidente a enviar decretos-ley de emergencia en materia económica, que deben pasar el control constitucional de la Corte. Se está haciendo camino al andar, y será o una gran oportunidad de que se den cambios importantes o una oportunidad desperdiciada. (O)