Cifras impactantes: en 2021 el subsidio a los combustibles importados fue 100 millones al mes, nada despreciable. Pero en 2022 ha superado los 450 millones solo en junio, y el total será unos 4.000 millones. Y hay que agregar el subsidio a los combustibles producidos en el país. ¡Solo la magnitud debería llevarnos a tomar decisiones!

¡Además, con impactos tan negativos! Sobre medioambiente, como usamos mal los combustibles, contaminamos más. Sobre equidad: una parte importante va a quien no debe recibirlo (sinceramente, yo con mi vehículo a diésel). Sobre flujo del dinero: tanto se va en contrabando. Sobre ética: hay corrupción y apoyo a los narcos. Sobre buen uso de fondos: cuántas mejores alternativas existen.

Aparentemente en las “mesas del paro” hay bloqueos, por eso quizás es bueno volver sobre las posibles soluciones, teniendo en cuenta que las soluciones “técnicas y obvias” siempre deben pasar el filtro de lo que la gente siente y tiene en mente. Ejemplo, es fácil decir “el impacto es mínimo”, pero ese mínimo puede ser muy duro para familias de bajos recursos, y los beneficios son muy inciertos. Ejemplo, se dice “algunos ni siquiera usan diésel pero reclaman”, olvidando que el tema es parte del imaginario colectivo, está en todas las mentes.

1) Eliminarlo completamente. Lo más fácil y económicamente sano, pero no pasa la prueba de lo político y social, porque impacta mucho a muchos.

2) El otro extremo: dejar las cosas como están. También es “fácil” y evita confrontaciones, pero no pasa la prueba de sensatez: no es posible dejar intacto tanto impacto negativo.

3) Más extremo aún: dejarlo donde está y aumentar el subsidio para algunos. ¡Peor!

4) Mantener para todos, pero eliminar para algunos. Sería un paso, y dependerá de qué se incluye en “algunos”. Una opción son al menos los sectores productivos donde no se justifica, y los vehículos sobre un cierto cilindraje. Lo primero siempre levantará quejas (comprensible pero no aceptable): “tenemos muchas desventajas, como el pésimo sistema laboral y pocos acuerdos comerciales, al menos mantengamos esta ventaja”. Lo segundo no debe ser difícil: ¿no existe o no se puede hacer una base de datos de las placas correspondientes a ese tipo de vehículos, para en las gasolineras aplicarles el precio sin subsidio? Insuficiente.

5) Eliminar para todos, y mantener para algunos. Nuevamente: la discusión es el “algunos”. Sin duda debe entrar el transporte público de pasajeros. Mismo comentario, ¿no existe o no se puede hacer una base de datos de esos vehículos conectada con las gasolineras, con un cupo mensual? Se querrá agregar transporte de carga, para lo cual la delimitación es más compleja: ¿cuáles entran en la definición?

… ¿Y otros? En todo caso siempre aplicar un concepto importante: si se busca el método perfecto, donde nadie se “aproveche de nada”, entonces olvidémonos, un 20 % de errores y abusos es “aceptable”. Lo más sensato.

Último concepto. El ajuste del subsidio implica que los ciudadanos daremos unos 3.000 millones adicionales al Gobierno. Solo tiene sentido si se acompaña de una reforma a fondo del gasto público. Si es para mantener o incrementar el malgasto, francamente (casi) prefiero dejar el dinero en el bolsillo de la gente. (O)