Leí un interesante artículo sobre los riesgos que se proyectan para el año 2022 y, curiosamente, tenemos a China con su política cero tolerancia al COVID-19 y sus variantes como punto principal de una potencial crisis económica para este nuevo año. Como es notorio, el COVID sigue evolucionando y transformándose en nuevas variantes, unas más contagiosas que otras, tal vez menos mortales pero, al final del día, sigue siendo un problema de salud a nivel global.

El Dr. Karan Raj, mediante una entrevista con una cadena televisiva en Reino Unido, señaló que el COVID en el 2022 dejará de ser una pandemia y se convertirá en una enfermedad endémica, eso significa que es una enfermedad infecciosa que persiste y que puede afectar a poblaciones grandes, como la gripe común.

El COVID llegó para quedarse, lo único que nos salva es vacunarnos y continuar con las medidas de bioseguridad establecidas. Volviendo al riesgo que señala el estudio de la firma Euroasia Group respecto a los encierros obligatorios propuestos por China, se estima que estos exacerben la producción y logística, una vez más. Quizás este año con efecto aún más negativos para el comercio internacional de mercancías y la logística, puesto que muchos sectores aún no han logrado recuperar las pérdidas ocasionadas en el 2020 y 2021.

Se pronostica que la política COVID-cero de China no sea efectiva, porque variantes como la ómicron son altamente contagiosas y provocarán una serie de contagios no previstos, lo que conllevará a más encierros obligatorios por la inminente intervención estatal y una disrupción en la economía del país con afectación al resto de las economías que tienen su cadena de suministro en China.

Este 2022 tendremos nuevos retos en las cadenas de suministros establecidas en China, así como problemas logísticos que entorpecerán el comercio internacional. El aumento de los costos de los fletes desde y hacia Asia serán recurrentes por el cierre de los puertos, falta de personal para manejo de carga, retrasos en los embarques y se incrementará la problemática mundial de los contenedores. Por lo tanto, las cadenas de suministro que se anclan en proveedores chinos tendrán afectaciones grandes para obtener equipos, materias primas, insumos que son necesarios para la producción de bienes en el mundo.

Para entender la gravedad de lo que podría pasar en las cadenas de suministro este 2022, se estima que alrededor de 51.000 empresas dependen de proveedores chinos para bienes de capital, mientras que existen más de 5 millones de empresas que dependen de proveedores claves para sus insumos en su cadena de producción, por lo que la política COVID-cero de China puede afectar a miles de negocios a nivel global.

Este riesgo para las cadenas de suministros también es una oportunidad para países de la región, en especial para Ecuador, por nuestra posición geográfica estratégica, tenemos un gobierno que ofrece estabilidad y seguridad jurídica a las inversiones, sumándole la creación de zonas francas como ancla de atracción de inversión extranjera directa. Es el momento propicio para salir a vendernos al mundo y que las cadenas de valor se generen en territorio ecuatoriano. (O)