Es la curación del cuerpo moral del Ecuador, tan lleno de elementos tóxicos, no será posible mientras no se eliminen esas sustancias que envenenan su estructura. No existe una concepción clara del rol del Estado en la sociedad, y lo terriblemente grave es que no la existe a nivel de las más altas autoridades del Estado. El desintoxicar un organismo tan gravemente corrompido requiere de medidas radicales, inmediatas, unas, y de largo plazo, otras, reintroduciendo en el sistema educativo enseñanzas morales para nuestra juventud. Cada vez que respiramos nos penetra un fétido olor. Entre tantos casos diarios, citaré, esta vez, solamente dos, que tienen indignada a la ciudadanía. La tragedia mayor que vivimos es la de la pandemia, pero vemos, desesperanzados, que nuestras ineptas autoridades nada nos ofrecen de concreto y a una escala que garantice protección para nuestras familias; y a este estado de desvalimiento, de impotencia, se suma el hecho monstruoso, criminal, de que las pocas vacunas que llegan al país –a las que el Gobierno recibe como a heroínas nacionales– son dedicadas a personas cercanas a los círculos gubernamentales o a aquellas con las que quiere congraciarse. Sin pudor alguno, aplican en esta materia de vida o muerte su sistema del amiguismo. Arguyen inaplicables doctrinas de confidencialidad para escondernos los nombres de los beneficiados; acabamos de ver, indignados, cómo, saltándose todo protocolo de prioridad, vacunan a miembros de un club social de gente pudiente; y, si se escarba un poco, se verá que pertenecen a tal club las más altas autoridades del Estado; claro que viendo el escándalo, les están cargando la culpa a funcionarios inferiores.

Este mismo criterio de amiguismo se empleó para la designación de diplomáticos de la cuota política; hay allí banderilleros, tenistas, rotarios; ahora han armado tremendo problema porque la Cancillería, como manda la ley, les ha pedido sus renuncias y regresar al país hasta el 30 de abril, antes del cambio de Gobierno, y ellos quisieran quedarse unos días más, por aquello de que mes comenzado, mes ganado. Como son los consentidos del Gobierno, un secretario de la Presidencia ha desautorizado al canciller; el presupuesto del Estado aguanta todo. ¡Y el presidente ha designado un nuevo canciller para una pasantía de 60 días! ¡Cómo se reirán en las cancillerías del mundo!

Los candidatos presidenciales anunciaron grandes planes para vacunar a la población, sin preferencias, discriminaciones. Nos congratulamos de eso, pero les exigimos comprometerse a hacer públicos los nombres de todos los vacunados por el actual Gobierno, y establecer responsabilidades por haber distribuido vacunas a agnados y cognados sin consideración a la prioridad debida a quienes están más expuestos por servicios de salud y por edad. Los responsables que han salido del país deben ser extraditados. La clase médica, el sacrificado personal que arriesga su vida prestando servicios a los enfermos han sido relegados. Si los candidatos no se comprometen, entenderemos que quieren encubrir al actual Gobierno.

¡Levantémonos a desintoxicar moralmente al Ecuador; hay que crear una sociedad espartana, sacrificada, patriótica, sin amiguismos! (O)