Fue un terremoto, con derrumbe de edificios, muertos y heridos. La remoción de escombros sigue pendiente. Marca un antes y un después en el Ecuador actual.

La gobernabilidad, complicada por la violencia del narcotráfico, la criminalidad común y las denuncias de corrupción, queda al borde del abismo. El correísmo y el indigenismo vuelven a preparar su asalto al poder para consumar lo que quedó pendiente en junio del año pasado.

Correa se pronunció demandando la muerte cruzada a fin de anticipar rápidamente las elecciones. Debe tener listo a otro Arauz para que llegue a Carondelet con la orden de repetir el ciclo de 2007: asamblea constituyente de plenos poderes, amnistía en favor de los sentenciados por enriquecimiento ilícito, incluido él, y sobre todo permitir la reelección presidencial, que es su principal impedimento para retornar con sus pujos de salvador.

Elecciones seccionales de Ecuador 2023

Curiosamente, Fernando Villavicencio, el fiscalizador oficialista, aunque acérrimo enemigo del expresidente, ha fungido de corista, seguramente con el afán de ser también candidato.

(...) lo aconsejable es impulsar un plan Marshall a la ecuatoriana que active el gasto social...

El presidente Guillermo Lasso reaccionó haciendo un llamado a un acuerdo nacional para trabajar en las demandas sociales represadas, pero su ofrecimiento cayó en el vacío. Presionado por una derrota sorpresiva, tuvo que pedir la renuncia a los funcionarios de su círculo íntimo, un cambio al que se había resistido con tenacidad. Confiaba en que su consejo era útil para mantener bajo control el estado de cosas, pero era una lectura ilusoria.

Así ha quedado atrás el equipo que promovió el Gobierno del Encuentro, sin articular las estrategias necesarias que permitan trasladar un diálogo con soluciones a distintos sectores de la sociedad que, descontentos por el incumplimiento de la promesa, se pronunciaron por el no en la consulta popular.

Por lo demás, la propaganda gubernamental de la reactivación económica y el repunte del empleo parece haber pecado de un exceso de optimismo. Si dicha mejora la hubiera sentido el votante ordinario, no habría dudado en apoyar el sí, a pesar de que no entendía el alcance de las preguntas y menos aún sus anexos.

Escalera de asalto

Para contener la arremetida contra la estabilidad institucional, que busca explotar la frustración ciudadana, lo aconsejable es impulsar un plan Marshall a la ecuatoriana que active el gasto social y de inversión, que ha estado refrenado por la necesidad de estabilizar los indicadores macroeconómicos. Al cambiar el momento, la prioridad debe ser cómo impulsar la ejecución de obra pública de modo que, mejorando las condiciones de vida de los sectores urbano-marginales y rurales, se pueda permear también su microeconomía.

El Gobierno del presidente Lasso queda a la defensiva luego del 5-F, con la necesidad de resolver con urgencia tantos problemas que gravitan sobre su bajo nivel de aceptación. Sabe que vendrán duras arremetidas, sobre todo de afuera, pero a la vez de adentro, de la Administración, afectada por un burocratismo inoperante lastrado a su vez por los embates de la corrupción.

El sistema democrático, al quedar a prueba, debe sacar fuerzas entre la flaqueza para resistir. Y la mejor forma de hacerlo será activando las soluciones que permitirán devolverle renovadas esperanzas a una mayoría descreída. (O)