El crimen organizado va contra el periodismo

Como se ha evidenciado en el pasado reciente, la labor periodística de investigar y sacar a la luz hechos y acciones que perjudican a la colectividad es considerada un peligro para quienes pretenden que sus fechorías permanezcan ocultas e impunes. Incluso se llegó a legislar en contra de esta labor.

Ahora es el crimen organizado el que trata de intimidar y bloquear el trabajo profesional de quienes tienen como misión dar a los ciudadanos información veraz y oportuna para que tomen decisiones adecuadas a diario y con ella puedan hacer valer sus derechos. Ayer, en Guayaquil, los medios de comunicación RTS y diario Extra fueron blanco, respectivamente, de disparos y amenazas panfletarias.

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A nombre de ‘La Nueva Generación’ se esparcieron volantes contra Extra con amenazas de muerte para el director del medio que tiene alcance nacional y las personas que distribuyan y comercialicen sus ejemplares. Con la intimidación a ‘periodiqueros’ (voceadores) se pretende perjudicar la circulación del medio impreso y con ello evitar que sus lectores accedan a información sobre crónica roja, que últimamente ha versado sobre la crisis carcelaria y la inseguridad que asuela al país.

El Gobierno nacional, la Aedep y la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios) han rechazado este nuevo y grave atentado contra la libertad de prensa y la libertad de expresión y contra el derecho ciudadano y humano de acceder de manera libre a la información por el medio que elija.

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Como ha sucedido en México y Colombia, ahora llega a Ecuador esta amenaza que pretende cegar a la ciudadanía quitándole los medios con los que se informa para sumirla en una mayor indefensión.

Son las audiencias y lectores la razón de existir de los medios de comunicación independientes, responsables, esos que cumplen con su compromiso diario de investigar, informar y exponer una diversidad de hechos y miradas a través de noticias, opiniones y críticas. La sociedad, en respuesta a ese compromiso, los respalda con su preferencia. (O)