El mundo se debate en la lucha entre ideologías y creencias, las cuales han probado ser irrelevantes para definir los comportamientos predominantes en la historia de la humanidad. Se puede decir que el advenimiento de la imprenta trajo consigo la democratización de la información, la Revolución Industrial cambió los términos de intercambio y el Internet, en nuestra era, ha sido un camino al acceso a la información sin precedentes. Hoy tenemos frente a nosotros retos relacionados con los cambios que atraviesa la sociedad, anclados a la premisa de la innovación y adopción de nuevas tecnologías. Tan vertiginosa es la tendencia que, a juicio de expertos, el 65 % de los niños tendrá un trabajo que aún no existe.

El libro intitulado La era de la inteligencia artificial y el futuro de la humanidad, escrito por Henry Kissinger, Eric Schmidt y Daniel Huttenlocher, analiza las razones por las cuales la tecnología definirá el futuro de la geopolítica, las relaciones internacionales de toda índole y generará nuevas realidades de interdependencia y complementariedad.

Kissinger es una de las figuras descollantes de la diplomacia estadounidense, entre cuyos logros más renombrados estuvo la visión de la “Realpolitik” (política realista), que llevó al acercamiento de los Estados Unidos y China Popular, que en mucho ha definido las relaciones en internacionales contemporáneas. Schmidt, por su parte, es un experto en tecnologías globales al haber sido director ejecutivo de Google, una de las plataformas de búsqueda automatizada de información en el Internet y que ha tenido la capacidad para definir comportamientos de la sociedad contemporánea a base de algoritmos individualizados de sus consumidores. Huttenlocher es el decano de la Escuela de Computación del MIT, uno de los centros académicos más prestigiosos del mundo. Los tres han sumado esfuerzos para definir este momento como uno de inflexión en la historia del devenir humano, ya que la inteligencia artificial cambiará las relaciones de información política, económica y la interacción social.

El nuevo orden mundial al 2030 en una sociedad adicta al petróleo y multipolar

Hoy es más importante que nunca conocer las apreciaciones de un mundo en que la tecnología es uno de los factores determinantes de la geopolítica. Basta ver las batallas legales y políticas en torno a Facebook, Google, YouTube y TikTok, solo para mencionar algunas de las apps que usan nuestra información. No hay que olvidar que en este mundo de la tecnología, la mercancía somos nosotros como sostienen muchos analistas.

La aseveración de que información es el poder que solíamos usar hace dos décadas es aún más relevante. Quienes dominen el conocimiento y la innovación serán los que imperen en el mundo competitivo en que vivimos.

Lamentablemente, lo que vemos es que nuestras sociedades están estancadas en el pasado, enterradas en ideologías de la época de la Segunda Guerra Mundial, incapaces de cambiar sus modelos de educación y adaptarse a las nuevas realidades del presente, no se diga del futuro. Estas sociedades no pueden innovar y buscar respuestas pragmáticas a los problemas estructurales que arrastramos por generaciones, lo cual nos condena a la pobreza y a la irrelevancia. (O)