La crisis carcelaria, desde hace rato, se ha venido incubando en el cuerpo social del país, los Gobiernos han aplicado irresponsablemente el “dejar hacer, dejar pasar”, algunos en forma deliberada; colateralmente, las mafias del crimen organizado y sus secuelas han ido aparejados al tenebroso ilícito del narcotráfico, tienen en estado de psicosis al país entero.

Plan de seguridad del Gobierno implica una inversión de $ 5.000 millones, señaló el presidente Guillermo Lasso

La frontera norte que limita con Colombia es fuente de peligro permanente. En los departamentos de Nariño y Putumayo se procesa el 60 % de la totalidad de las 1.500 toneladas de cocaína que produce anualmente Colombia. En una de las rutas de la droga que pasa por las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas y Los Ríos se producen los mayores hechos de violencia ante la presencia de bandas criminales que se disputan el control del ‘negocio’ del narcotráfico, de la minería ilegal, del contrabando de combustibles, etcétera; igualmente, la peligrosa presencia de los disidentes de las FARC como el Frente Oliver Sinisterra, las Guerrillas Unidas del Pacífico; el Frente Comuneros del Sur del ELN, a esto hay que agregar la presencia de las mafias albanesa, china, italiana, rusa y representantes de capos de los carteles Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.

En el país, la prensa informa permanentemente de la captura de droga por toneladas, igualmente las avionetas que aterrizan en pistas clandestinas a lo largo de las provincias de Esmeraldas, Manabí y Guayas. En un amplio reportaje, la revista colombiana Semana asegura que el cartel de Sinaloa, bajo cuyo control se halla el negocio de la droga en Sudamérica, tiene al Ecuador convertido en una plataforma internacional de distribución de los estupefacientes hacia los grandes centros consumidores de Norteamérica y de Europa. Desde hace tiempo las revelaciones no solo las ha hecho la prensa, diversas voces, civiles y militares han advertido de la peligrosa penetración del narcotráfico.

Frente a este estado de inseguridad y de terrible violencia, es el momento de la unidad nacional...

El hecho de estar ubicado entre dos países vecinos productores de la droga (Colombia y Perú) y las facilidades que ofrece la ubicación geográfica permite utilizar el mar como la mejor ruta para el transporte de la droga.

No hay que olvidar la muerte de militares en Esmeraldas y Sucumbíos, el secuestro y asesinato de periodistas en la frontera con Colombia puso al descubierto que el “problema de Colombia” no solo es de los colombianos.

El deliberado debilitamiento de la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas, la salida de los norteamericanos de la Base de Manta, la débil presencia del Estado en el cordón fronterizo, son algunas razones para que el Ecuador esté inundado de droga y sufra sus consecuencias.

Frente a este estado de inseguridad y de terrible violencia, es el momento de la unidad nacional, de aunar esfuerzos de todas las autoridades del país, de los partidos y movimientos políticos, de los gremios de empresarios y de trabajadores; de maestros y alumnos universitarios; de todos los ciudadanos, hombres y mujeres patriotas, arríen las banderas de sus intereses y aspiraciones para salvar a este maravilloso país y volver al espíritu de unidad de la gloriosa gesta del Cenepa con la consigna de ‘Ni un paso atrás’. (O)