En los próximos días se debería celebrar el congreso de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) con el fin de elegir su nuevo presidente, así como la directiva que asumirá el proceso de depuración, especialmente luego del fallido y afrentoso apoyo que trató de brindar Jaime Vargas al candidato correísta; hasta ahora se han barajado nombres tales como el de Leonidas Iza, Rocío Cachimuel y Nina Gualinga, sin descartar al propio Yaku Pérez, quien obtuvo la más alta votación presidencial que haya alcanzado un candidato del movimiento indígena en la historia electoral del país, con la adhesión de un electorado que encontró que la propuesta de Pérez iba más allá de la simple agenda indígena.

Paradójicamente, el éxito alcanzado por Yaku Pérez, así como por los asambleístas electos de Pachakutik, se dio en tiempos de latente pugna entre los dirigentes máximos del movimiento; en una carta reciente de agradecimiento enviada por Pérez a Pachakutik, señaló con claridad que se hace “imperativa una depuración”, y que no es posible tolerar “actitudes de deshonra y deslealtad con nuestro pueblo”, en alusión a Iza y Vargas, a quienes acusa abiertamente de traición y deshonestidad. En ese contexto, el próximo congreso de la Conaie debería ser el escenario apropiado para aclarar las diferencias o quizás acentuarlas aún más, especialmente si se considera la posibilidad de que sea Iza, postulado por el Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) quien se convierta en el nuevo presidente de la organización.

Hay que recordar que una de las principales críticas que se hacen desde afuera del movimiento (y también desde adentro) a Iza es su convencimiento del ‘mariateguismo’, en referencia a línea militante de José Carlos Mariátegui, escritor, político y filósofo peruano, que incorporó el problema indígena relacionándolo con la propuesta de un marxismo andino, pues de acuerdo a su criterio, fuera del indígena “solo existen aberraciones, putrefacciones y masacres al nacionalismo”. El año pasado, Leonidas Iza escribió, conjuntamente con otros autores, el libro titulado Estallido, la rebelión de octubre en Ecuador, en el cual más allá de dar su particular criterio sobre los sucesos de octubre de 2019, menciona conceptos tales como la ruptura de la ilusión democrática burguesa, el cuestionamiento de la naturaleza del Estado y del poder hasta llegar al “comunismo indoamericano”, que no solo va a erradicar al capitalismo sino que establecerá una nueva civilización.

En esa línea, la Conaie tiene la necesidad de analizar y cuestionar su verdadera vocación democrática, pues para todos resulta claro que siendo el movimiento con mayor capacidad de movilización en el país, puede confundir la razón y fundamento de la protesta colectiva con la manipulación y anarquía de la sedición.

Las próximas elecciones de la Conaie deberán ser seguidas con mucho interés por parte del nuevo gobierno, a quien le corresponde el desafío de incorporar las expectativas indígenas, sin permitir que la estabilidad democrática y la paz pública sean puestas en entredicho. (O)