Este acrónimo puede sonarle a algunos, pero de seguro no a la mayoría. Libor significa London Interbank Offered Rate y es una tasa usada por los bancos como una referencia para fijar el valor de productos financieros. En el año 2012, se hicieron públicos unos correos electrónicos y conversaciones entre funcionarios de Barclays —institución financiera— que ponían en evidencia la manipulación deliberada de los valores Libor entre los años 2005 y 2009 en beneficio propio.

Se preguntarán ¿cómo puede esto afectarnos a los ecuatorianos? Pues, claro que nos afecta, porque la tasa Libor es usada en contratos futuros con interés a corto plazo que no se encontraban garantizados con activos, bonos de tasa flotante, hipotecas de tasa variable, entre otros. Por lo tanto, para nosotros al estar dolarizados era un referente para nuestras instituciones financieras.

Estas tasas se consideraban muy fiables, porque lograban reflejar con precisión las condiciones actuales de mercado, e interferían en el intercambio de monedas como libra, dólar, euro, yen, entre otras. Luego del escándalo, el sector financiero ha intentado hacer varios esfuerzos para lograr sustituir la Libor por unas nuevas tasas de interés “libres de riesgo” denominadas RFR (por sus siglas en inglés), lo que señala un cambio de paradigma en los mercados.

Países como Reino Unido, Suiza, Japón, Australia, Canadá, la Unión Europea, Hong Kong, Brasil, por mencionar algunos, han intentado poner en marcha su propia tasa que permita que el mercado financiero pueda continuar operando sin Libor. Lo que sí es cierto es que los países tienen que invertir en nuevas infraestructuras, procesos y regulaciones para evitar que el sistema se exponga a riesgos.

Nuestro ministro de Economía y Finanzas, Simón Cueva, el pasado mes de agosto del 2021 envió un memorando al subsecretario de Financiamiento Público, señalando que se deberá hacer el cambio de la tasa Libor a otra que no genere riesgo, por cuanto la tasa Libor dejó de estar vigente desde el 2022.

La tasa Libor tiene un impacto en el comercio internacional de forma indirecta, puesto que muchas transacciones que se generan en distintas monedas podían usar la tasa Libor como referencial como parte del sistema cambiario. Adicionalmente, muchos financiamientos de compra de materias primas, bienes y demás, entre particulares de distintos países, podían prever usar la tasa Libor como referencial.

Sin lugar a duda, la transición a una nueva tasa de interés referencial es importante para todos los ecuatorianos que realizamos transacciones en el sistema financiero. Nuestra afectación es directa por estar dolarizados, lo cual permea directamente en el recálculo de nuevos pagos de interés, de ser el caso. Es un tema técnico que deberá ser consultado a expertos, pero no se puede dejar a un lado cuando puede afectar nuestras transacciones en el sistema financiero. (O)

sgarcia@comerx.ec