Winston Churchill (1874-1965), ex primer ministro del Reino Unido, orador, y George Orwell, seudónimo de Erik Blair (1903-1950), escritor y periodista británico, sin conocerse personalmente coincidieron en que el totalitarismo fascista, nazista, socialista o comunista es el peor sistema para un Estado y Gobierno, porque su objetivo es controlar el pensamiento y libertades individuales, también en analizar los hechos, negociar, autodepurar y tomar acción. Sus pensamientos están registrados en la historia y en libros como los de Orwell: La rebelión de la granja, y su frase “todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros”; y 1984, el Hermano Mayor protege. El cine ha hecho visibles detalles del totalitarismo fracasado y asesino.

Recurro a esta referencia, así como ciertos políticos han recurrido a sistemas totalitarios para reimplantarse en Latinoamérica después de la caída del muro de Berlín (1989), a través de una organización denominada Foro de São Paulo, al que pertenecen algunas organizaciones políticas de izquierda del Ecuador, como la Revolución Ciudadana (RC)-Alianza PAIS y Pachakutik. Debemos hacer un análisis profundo y permanente para discernir a quién elegimos y no esperar, resignados, el advenimiento del mal, y cuando ello ocurra tratar de acomodarse a él. Eso es suicidio.

Algunos hechos: diez años gobernó el grupo autodenominado RC, que introdujo la semilla del totalitarismo socialista a través de la lucha de clases; dejó como sucesor (4 años más) a uno de sus líderes para que continúe la revolución, este viró su rumbo, pero fieles seguidores quedaron enquistados en la estructura del Estado.

Acudimos a las urnas el 7 de febrero del 2021. Los resultados dan el primer lugar al representante de la RC, el segundo lugar se disputan los representantes de una propuesta indigenista de izquierda y una liberal, por lo que asistiremos por segunda vez a las urnas. Es peligrosa la idea de “fraude” que se está posicionando, que los perjudicará frente a la RC.

Existen amenazas como la subversión, terrorismo, narcotráfico, delincuencia armada organizada; y presiones como la pobreza, discriminación, lucha de clases sociales, que dificultan las conversaciones y hasta conservar amistades.

Negociar una tregua es imperativo entre los que disputan el segundo lugar, hasta que se defina legalmente quién tiene mayor cantidad de votantes y aceptar los resultados, con el fin de desvanecer la idea del “fraude”. Si no, irán con desventaja insalvable en los próximos sesenta días.

Es necesario autodepurar los cuadros políticos que acompañarán a los candidatos a presidente en la segunda vuelta, que de ganar integrarían el Gobierno; también, desechar la mentira, la distracción y confusión, hasta llegar a un escenario de mayor claridad.

Es vital una acción enfocada a evitar que se instaure un Estado y Gobierno totalitario, trabajando con diligencia, analizando hechos y respondiendo con principios y valores; enfrentar los problemas, no ignorarlos. La mayoría de ecuatorianos queremos una democracia liberal que incluya educación, salud y seguridad cubiertas por el Estado; no totalitarismo. (O)