La inauguración de la impresionante obra de saneamiento Las Esclusas inicia la operación de un complejo infraestructural de cuatro plantas para manejo de aguas residuales, así Guayaquil engrandecerá su calificativo de ‘Perla del Pacífico’, adquiriendo además la aureola de ciudad enfocada al objetivo 6 de desarrollo sustentable a cumplirse hasta el 2030 impulsado por la ONU como meta de las naciones civilizadas del orbe, privilegio de sociedades que han priorizado dentro del bienestar colectivo el correcto manejo de residuos sólidos y líquidos que genera, en este caso, una población cercana a tres millones de habitantes con una dinámica actividad productiva.

El explicable jolgorio de actos masivos populares de la urbe por las fiestas fundacionales ocultó la real dimensión de un hecho constituido en anhelada solución para largo plazo en beneficio del sosegado convivir del centro, noroeste y sur de la ciudad puerto, con una impresionante cobertura para 1,2 millones de personas; las aguas descartables ya no fluirán mancillando al apacible Guayas por su incompleta purificación y efluvios malolientes, ahora drenarán limpias en virtud de un sofisticado proceso físico químico que neutraliza el exceso de ácidos corrosivos, con filtración, preaireación, floculación e inyección de un compuesto de cloro desinfectante y purificador.

Otra virtualidad de la construcción de Las Esclusas es su proyección, con capacidad instalada para soportar un 50 % adicional, pues ahora registra 3,41 m cúbicos por segundo, pudiendo llegar a larga data a 7,26, con dos estaciones de bombeo y traslado de residuos por tuberías enterradas. Todas las fases de la monumental conformación serán sometidas a una extracción de olores por biofiltros con capacidad de 26.400 m cúbicos de gases por hora; es decir, plena seguridad que no habrá tormentosa fetidez en ciudadelas vecinas ni en la atmósfera en general. El gas metano resultante será capturado y almacenado para su ulterior utilización en la gestación de energía que cubriría el 30 % de la requerida para el mismo sistema.

Aparte de la trascendencia ambiental que preocupa e interesa a todos, se la ha manejado con tino y socializada eficazmente, observando el respeto a la dignidad humana en sitios altamente deprimidos, tanto que se están realizando, a cargo del proyecto, instalaciones intradomiciliarias en moradas que tenían cuando mucho pútridos pozos sépticos con los consiguientes impactos de insalubridad y contaminación, índices decisivos en la calificación de felicidad de los pueblos.

Se destaca la visión del iniciador de la obra, el exalcalde Jaime Nebot Saadi, continuada con tesón por su sucesora Cynthia Viteri Jiménez, quien dio la orden de puesta en marcha, realización que no aflora en toda su dimensión, pues parcialmente se encuentra soterrada, pero con una maravillosa influencia en el confort poblacional; claro, no hubiese sido posible sin el financiamiento de los bancos Europeo de Inversiones y Mundial, aportantes de casi 100 millones de dólares concretados por la seriedad de sus ideólogos, ejecutores y pago puntual de la empresa municipal porteña que la construye. (O)