¿Quién lo privatizó?

El reciente envío del proyecto de ley de reformas al COMYF (Código Orgánico Monetario y Financiero) ha recibido críticas de ciertos sectores, indicando que se va a “privatizar” al Banco Central del Ecuador (BCE).

Tamaña tontería no puede pasar desapercibida, y merece un análisis más profundo.

En primer lugar, entendamos que lo que este proyecto pretende es regresar en buena parte al estado de cosas de cuando se adoptó la dolarización, cuyo marco legal con buen criterio, hecho por expertos y no por políticos populistas, impedía que el Estado le “robe” la liquidez al BCE. Si una virtud tiene la dolarización, es que el Estado no puede imprimir dinero, no puede emitir, entonces no hay grandes inflaciones, ni grandes depreciaciones de la moneda, que han sido tan comunes a través de la historia en el mundo cuando la “maquinita” comienza a imprimir.

En el gobierno de la FaRC, familia revolución ciudadana, cuyos herederos son hoy Eln (Es la noche) pues con ellos todo sería tinieblas, precisamente en un contubernio y asociación perversa entre Ministerio de Finanzas, Banco Central y Asamblea Nacional, se juntaron para modificar la ley original y permitir así que el Gobierno le meta mano al BCE, le saque la liquidez y cree un hueco en dicha institución del cual todavía no hemos podido salir.

¿Cuál era el mecanismo? En esa voracidad por recursos, entregaban bonos chatarra al BCE, que no se pueden vender en el exterior, y a cambio de eso recibían liquidez genuina, auténtica, dólares reales y verdes que tenía el BCE en su poder y que pertenecía no al Estado, no al Gobierno, no al BCE; pertenecía a quienes depositan en el BCE los recursos. Y con una perversión aún mayor, obligaron a los bancos a traer su liquidez genuina y auténtica, que tampoco es de ellos sino de los depositantes, para que sea depositada en el BCE y también asaltarla. ¿Cuál es el resultado final de esta tragedia? Que el BCE tiene un hueco que oscila en alrededor de los 8 mil millones de dólares y que no ha podido recuperar, y que para hacerlo necesita que el Estado genere superávits a través del tiempo equivalentes a esa cantidad. ¡Tamaña herencia!

Entonces, ¿quién privatizó el BCE? ¿Quién lo usó como su caja chica? ¿Quiénes lo usaron como que fuera propio? Precisamente aquellos que hoy, cuando se lo quiere proteger, alzan su voz para decir la ridiculez de que se lo trata de privatizar. ¿No han dicho acaso que van a entregar 1.000 dólares a un millón de familias “trayendo la plata del BCE que está en Suiza? Y es que todavía no entienden que esos recursos no son del BCE, que son de las entidades que depositan en el BCE, y, como en este caso lo que hay de liquidez auténtica ni siquiera cubre la totalidad de los depósitos de las entidades financieras, termina siendo entonces que esa “liquidez que está en Suiza” es de los depositantes en el sistema financiero. Y todavía hablan de “privatizar” al BCE.

Pero vamos más allá. ¿Qué pasa cuando en un país dolarizado la banca privada se da cuenta de que el BCE es asaltado, y que se le llevan la liquidez, y que por lo tanto no hay liquidez suficiente en dicha institución? Simple: como en el caso del Ecuador la banca ha actuado muy responsablemente, entonces ella hace reservas adicionales de liquidez, para compensar la irresponsabilidad del dúo dinámico Ministerio de Finanzas-BCE. Y, ¿cuál es el resultado de que los bancos hagan más reservas de liquidez? Simple, muy simple: hay menos crédito, pues cuando un bando dispone de recursos puede hacer dos cosas, o los presta, o los guarda en liquidez. Entonces, esa conducta de asalto al BCE por lo cual la nueva ley busca blindar a la institución, termina reduciendo la oferta de crédito, y no hay que ser economista para entender que a menor oferta de crédito, mayor la tasa de interés.

Todos los candidatos hablan de bajar tasas. Pues blinden al BCE, aseguren que el BCE recupere la liquidez que se le han llevado, permitan más bien a los bancos tener segura su plata afuera, donde no la manosea el Estado y la canjea por bonos, y habrá más oferta de crédito y bajarán los intereses, porque los bancos ya no tendrán que hacer tantas reservas de liquidez frente a la irresponsabilidad del famoso dúo dinámico que en el gobierno de las FaRC se llevó la liquidez de una manera criminal e irresponsable.

No más discurso populista. O entendemos que la dolarización requiere que nadie le ponga mano al BCE, que no hay política monetaria, que la tasa de interés no se la fija por decreto, o seguiremos con el agujero del BCE sin posibilidades de salir adelante. (O)