Este artículo ha sido cambiado varias veces. Quería escribirles a los asambleístas y decirles que nos tienen a la mayoría de la población exhaustos con todas las letras mayúsculas. Que el show del juicio político se ha convertido en una mala pieza de teatro y que en medio de todas las preocupaciones y peligros que vivimos, no nos merecemos los sobresaltos de unas discusiones que nos secuestran y matan la alegría sencilla y simple de vivir, en medio y a pesar de los peligros que todos enfrentamos. Las críticas a la inoperancia del Poder Ejecutivo son de más larga data y también merecidas. Ahora la atención está en el Poder Legislativo que tiene menos credibilidad que el Poder Ejecutivo. Difícil que alguien juzgue a alguien en este país en que nos hemos vuelto insultadores por redes sociales, ajusticiadores de delincuentes por mano propia y poco propositivos de salidas reales, planificadas y posibles a la crisis que no nos permite imaginar días mejores. Nos merecemos una tregua. Un pare. Un hasta aquí. Hay que detener la descomposición nacional y construir un Gobierno de concertación que junte todas las propuestas posibles, viables, con todos los actores preparados posibles.

Denuncias y amenazas contra asambleístas desacomodan los votos en el juicio político al presidente Guillermo Lasso

Cinco de las doce pruebas presentadas por los solicitantes del juicio político al presidente Guillermo Lasso no observan el dictamen de Corte Constitucional

La canción de Luis Agilé del año 2007, prohibida en varios países, cobra actualidad, no solo para el Sr. presidente, sino para los asambleístas. Me permito copiarla y si pueden invitarlos a escucharla:

Soy un ciudadano, común y corriente, solo tengo un voto, que usted me ha pedido, como a tanta gente, a la que ha convencido y yo se lo he otorgado, esperando confiado, a que llegue ese día, en que vea cumplido, al pie de la letra, lo que ha prometido.

Sé muy bien que no es fácil, gobernar todo un pueblo, sin tener problemas, repartir la riqueza, llevándole a todos, el pan a sus mesas.

Y vamos a esperar, que usted pueda lograr, sin hacer excepciones, que a la cárcel irán, los que deben pagar, todas sus corrupciones.

Que se imponga la Ley, no queremos perder nuestra forma de ser. Somos gente de paz, que no tenga ocasión, de ganar el ladrón. Porque usted nos juró. ¡Proteger la Nación!

Me han venido a encuestar, porque quieren saber, qué esperamos de usted. Que la inseguridad, con la que hay que acabar, sea una prioridad. No sigamos igual, esto va para mal, hay que entrar en razón. Esto debe cambiar, venga usted a gobernar, con firmeza y acción. Usted irá protegido, entre luces y motos, por la policía. Y nosotros estamos, expuestos al crimen, de noche y de día. No se puede salir, no se puede vivir, de una forma decente. Ya no somos nación. Ahora somos el Reino de los Delincuentes. Que se imponga la Ley, no queremos perder nuestra forma de ser. Somos gente de paz, que no tenga ocasión, de ganar el ladrón.

Porque usted nos juró. ¡Proteger la Nación!

Cuando llegue a mandar, no solo ha de ayudar, a los de su partido. No se quiera quedar, para toda la vida, como un elegido. No se deje llevar, por esa tentación, de cambiar la Nación y arreglar a su hechura, y a su conveniencia, la Constitución Y ahora solo le pido, que mi humilde voto, no caiga en su olvido.

Cuando asuma el poder, tiene a mano la gloria, y entrar en la historia. No nos mienta jamás, no use la demagogia, engañando a la gente. Cumpla usted con honor, va con todo respeto, señor presidente. (O)