Ecuador y los Estados Unidos de América (EE. UU.) firmaron la semana pasada un acuerdo de cielos abiertos. Tanto en EE. UU. como en Ecuador, las primeras opiniones sobre el hecho auguran mejores costos, calidad y mayor variedad de servicios al pasajero y a la carga aérea de exportación e importación. ¿Se ha decretado el desarrollo de los sectores a beneficiarse? ¿Cuáles son los aspectos a tener en cuenta para hacer realidad los pronósticos iniciales?

Los acuerdos de cielos abiertos desregulan los mercados de transporte aéreo entre los países participantes. Esta desregulación está definida por nueve “libertades” de operación aérea que se conceden mutuamente los países firmantes. Desde permitir el vuelo de aeronaves sobre el territorio del país contraparte hasta que aquellas puedan operar vuelos comerciales internos en dicho país (lo que se llama cabotaje). El acuerdo firmado entre EE. UU. y Ecuador incluiría hasta esta última condición, ofreciendo un nuevo horizonte de oportunidades a varios sectores y regiones ecuatorianos, por ejemplo:

La exportación de flores a EE. UU. se realiza casi totalmente vía Miami, sede de grandes mayoristas que desconsolidan, agregan valor y/o distribuyen el producto al interior del país. El acuerdo facilitaría entregas aéreas de flores y productos terminados con base en estas, desde aeropuertos ecuatorianos a distribuidores del interior de EE. UU. Al acortar el canal de comercio, el exportador ecuatoriano podría captar mayor precio, añadir más valor, atender nichos de clientes, etcétera. Para no traer el avión vacío a tomar las flores en Ecuador, el nuevo acuerdo permitiría que dicho avión ya venga con carga desde algún otro de los más de 170 países con los que Estados Unidos tiene vigentes acuerdos similares.

¿Qué beneficios traerá para los viajeros el acuerdo de cielos abiertos firmado entre Ecuador y Estados Unidos?

Este acuerdo da al sector privado la oportunidad de liderar el desarrollo económico de varios sectores.

También, el acuerdo ofrece nuevos horizontes para el desarrollo turístico regional. Desafía al empresariado turístico localizado en las regiones que circundan los aeropuertos de Manta, Salinas, Cuenca, Santa Rosa, Tena o San Vicente a formular y ejecutar innovadoras y desafiantes estrategias de desarrollo turístico. Este acuerdo les abre la posibilidad de recibir vuelos directos de turistas norteamericanos a disfrutar de los innegables atractivos turísticos que ofrecen sus entornos.

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Con el progreso de estas nuevas dinámicas regionales, la industria aeronáutica ecuatoriana se transformaría profundamente. Ecuador podría convertirse en un país sede (hub) de servicios en esta parte del continente. Los aglomerados nacionales de servicios a la carga y al pasajero (hasta ahora poco desarrollados) aumentarían su escala, nivel de especialización e impacto sobre la economía. Mientras, la escasa oferta nacional de vuelos de carga y pasajeros está llamada a transformarse radicalmente.

Este acuerdo da al sector privado la oportunidad de liderar el desarrollo económico de varios sectores. Dependerá de sus líderes la relación que lograren con el Gobierno, la calidad de sus planes y la eficacia de sus ejecuciones. Que las dinámicas público-privadas resultantes sean base firme para concretar estos beneficios. Que la economía nacional sume otro motor para su crecimiento sostenido. (O)