El FMI reveló su previsión de la economía mundial en 2023. Su mensaje fue particularmente ominoso. A principios de este año el Fondo preveía que la economía mundial crecería 3,8% en 2023, ahora estima 2,7%. Augura que lo peor está por venir, y que la tercera parte de la humanidad vivirá una recesión.

Por varias décadas China ha sido un motor de la economía mundial, con su extraordinario ritmo de crecimiento. Pero China no ha superado el COVID. Su política de cero tolerancia al COVID le evitó pasar por periodos críticos con alto número de fallecidos (como sufrimos nosotros y muchos otros países), pero la otra cara de la medalla es que sigue habiendo brotes de COVID que los combaten con cuarentenas, lo cual frena la actividad económica. Adicionalmente sufre de una crisis del sector inmobiliario que puede hacer tambalear su sistema financiero. China tendría un crecimiento mínimo.

Ministro Pablo Arosemena viaja a Washington para hablar con Kristalina Georgieva, del FMI, y con personeros del Banco Mundial

En EE. UU. la prioridad ahora es frenar la inflación, que desde febrero oscila entre 8 % y 9 %. El Fed (Banco Central) le ha declarado la guerra a la inflación y la combate elevando la tasa de interés, pero no cede. El Fed seguirá elevando el interés y eso desacelerará la economía y puede llevar a una recesión.

El incremento de la inversión petrolera permitiría incrementar la producción y los ingresos fiscales.

Europa sufre escasez de combustible, y están cerrando fábricas. La Eurozona también vive alta inflación y el Banco Central Europeo sube la tasa de interés. 2023 se perfila como muy duro para el Viejo Continente.

No hay coordinación entre los bancos centrales, y si ambos, Fed y BCE elevan la tasa de interés de manera simultánea, se retroalimentan y el efecto conjunto puede ser más potente de lo previsto, desencadenando una recesión mundial.

Como consecuencia de lo anterior hay una pronunciada revalorización del dólar que resulta en el encarecimiento de la vida en la mayor parte de los países de menor desarrollo. El peso colombiano se desploma. Se prevé que muchos países tendrán problemas en pagar su deuda externa.

Estos son los siete riesgos para la economía mundial, de acuerdo a previsiones del Fondo Monetario Internacional

¿A dónde vamos con la deuda?

En Ecuador gracias a la dolarización la población está protegida del encarecimiento de la vida por la revalorización del dólar. Pero en cambio sus exportaciones no petroleras sufren una pérdida de competitividad. Banano en Europa, camarón en China, entre otros. Además, suben las tasas de interés de los créditos internacionales, afectando a las empresas endeudadas, y redunda en la elevación de las tasas de interés en el mercado local.

Para contrarrestar los efectos nocivos del deteriorado entorno internacional Ecuador debe duplicar esfuerzos para atraer inversión. Es el momento de la inversión petrolera y minera, que el presidente Lasso certeramente prometió en su campaña. El incremento de la inversión petrolera permitiría incrementar la producción y los ingresos fiscales, la mayor inversión minera contribuiría a la reactivación económica y promete un futuro más próspero.

Pero aquí juega en contra el sometimiento a las imposiciones de la Conaie, a la que nada le interesa que el país enderece su economía. Esa debilidad política que muestra el Gobierno le ocasiona una pérdida de confianza internacional a pesar del buen manejo fiscal y el alto precio del petróleo. Sube el riesgo país, lo cual desalienta la inversión extranjera y torna impagable recurrir a crédito en los mercados internacionales.

El momento que vivimos requiere menos diálogo y más acción. (O)