Desde hace más de dos lustros esta columna ha tratado de proponer conceptos e ideas que ayuden al desarrollo urbano y territorial de nuestro cantón y su extrarradio, así como a la mejora permanente en la prestación de los servicios que diariamente está obligada a prestar por mandato de la Constitución y la ley.

A manera de ejemplo no son pocas las veces que solicité que se piense seriamente en que Guayaquil se transforme en un Distrito Metropolitano, no por lo bonito que pudiera sonar sino por la importancia que desde el punto de vista de ordenación del territorio conllevaría crearlo. Y, dentro de este concepto, he insistido en la necesidad de que se desconcentre la gestión del cantón. Solo para graficar la importancia de esto último, resulta bastante ineficaz que un ciudadano que vive vía a la costa o en el extremo sur de la ciudad tenga que ir al centro para pagar una tasa de habilitación o una multa por construir sin permiso.

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También hemos insistido en la necesidad de que se codifiquen las ordenanzas. Uno ya debe haber perdido la memoria de cuántas veces se han reformado las normas relacionadas con la vía pública, vallas publicitarias, ordenamiento territorial, urbanismo, etc., resultando todo un desafío intelectual, tecnológico y de paciencia poder estar actualizado con la normativa vigente, más allá de que el portal municipal es bastante bueno al momento de transparentar la información relacionado con ordenanzas.

En otras ocasiones hemos creído importante cuestionar y criticar lo que sucede en la mayoría de municipios del país, en donde existen tasas municipales exorbitantes que han merecido el condigno castigo de la Corte Constitucional expulsándolas del ordenamiento jurídico (declaradas inconstitucionales) por ser abiertamente confiscatorias.

El éxito en su gestión redundará en beneficio de todos los que hemos nacido o que viven en Guayaquil...

Asimismo, tomando como modelos los países europeos y en especial del este, pensamos que hacer planes masivos de viviendas de interés social de alquiler es una idea que se debe analizar técnica y jurídicamente. Por ejemplo, a través de la formación de alianzas público-privadas en las que el Municipio entregue el terreno a un constructor (socio calificado) para que este a su vez edifique sobre él a su costo y riesgo, pero con la contraprestación económica de administrar el banco de departamentos que construya y que podrá explotar vía concesión durante un lapso determinado de años, alquilando dichas unidades de vivienda a los valores fijados anualmente por la empresa municipal respectiva.

El sillón de Aquiles

Mis mejores deseos para el alcalde Aquiles Álvarez y su equipo. El éxito en su gestión redundará en beneficio de todos los que hemos nacido o que viven en Guayaquil como si fuera su ciudad natal. Sabemos que el desafío es enorme y que los problemas no serán pocos, pero confiamos en que con juventud e ímpetu que tienen, junto con las ganas y deseos de sacar adelante a Guayaquil puedan construir esa nueva ciudad que todos queremos ver y sentir. Próspera, segura, habitable, respetuosa con el ambiente, y sobre todas las cosas, autónoma e independiente, libre pensadora y solidaria en los momentos cruciales que le impuso la historia. (O)