Le damos la bienvenida al 2022 con el principal anhelo de conservar la vida y la salud, con la esperanza renovada para cumplir propósitos, concretar proyectos y superar las adversidades que pudieran surgir.

En tiempos de COVID-19 –que parece acompañará a la humanidad por tercer año consecutivo–, un aprendizaje relevante ha sido valorar los encuentros y el compartir con los seres queridos.

Los deseos de paz, amor y prosperidad, que se expresan cada nuevo año, cobran especial sentido por las carencias acumuladas, lo que hace prever que se dediquen esfuerzos redoblados para la consecución de objetivos personales y familiares.

Publicidad

De las adversidades suele surgir el afán de crear, emprender o potenciar habilidades. En Ecuador, al igual que en muchos otros países con economías debilitadas, el confinamiento y los aforos reducidos para contener la propagación del coronavirus han llevado a que decaiga el consumo y la producción de bienes y servicios, eso redundó en la pérdida de empleos y en una notable baja en los ingresos familiares, lo que a su vez no permite que se recupere el dinamismo del intercambio comercial que llevaría a crear nuevas fuentes de trabajo.

Como alternativa surge la necesidad de emprender, para ello el Gobierno facilitará el acceso a créditos de interés social, por montos de hasta cinco mil dólares, al 1 % de interés y con plazos de pago hasta por 30 años, a través de la banca pública. Se prevé que las operaciones alcancen un total de 250 millones de dólares durante la presente administración.

Es deseable que se sumen esfuerzos por parte de instituciones y organizaciones competentes para orientar a los emprendedores con el objetivo de que el esfuerzo y la inversión se sostengan y rindan frutos duraderos. Los consumidores, a su vez, están llamados a adquirir los productos de tales emprendimientos como una manera de ayudarlos a crecer, pues la multiplicación de realizaciones beneficiará al país.

Publicidad

Apreciados lectores, EL UNIVERSO les desea que el 2022 les traiga salud y prosperidad. ¡Feliz año nuevo! (O)