No es la primera vez. La madrugada del 11 de enero, un grupo de sicarios fuertemente armados entró a una clínica de Guayaquil buscando a un hombre que se recuperaba de un ataque anterior. Un custodio resultó muerto en medio de un enfrentamiento en un lugar al que los ciudadanos acuden por necesidades médicas.

El 5 de mayo de 2021, cinco hombres vestidos de policías entraron a otra clínica reconocida y mataron a un paciente. También estaban en busca de un individuo que superó un ataque anterior.

Los establecimientos de salud por mandatos legales del país tienen la obligación de dar atención a todas las personas en condición de emergencia, el problema no radica en que se ingrese a personas con antecedentes penales, víctimas de sicariato o procesados y sentenciados, sino en el resguardo que se debe implementar en esos casos.

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No es la primera vez. Se atenta contra las clínicas y los hospitales, y también los centros de salud del Ecuador tienen historias para contar.

‘Escuchamos una ráfaga de disparos, nos pidieron que no salgamos’: testigos cuentan los momentos de pánico por ataque armado en clínica de Guayaquil

El pasado 1 de noviembre, el Ministerio de Salud Pública rechazó el ataque a establecimientos de salud y recordó que universalmente los hospitales y centros de salud son zonas de paz donde se trabaja para salvar vidas. La delincuencia organizada decidió dejar de lado los códigos de humanidad desde siempre.

Cada vez hay más prácticas sanguinarias. Esta misma semana fueron abandonadas tres piernas humanas fuera de una escuela en el noroeste de Guayaquil, sí, de un lugar adonde los niños se van a educar. Y en un puente peatonal de la vía Perimetral fue hallada una cabeza.

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Son hechos de terror que expertos en seguridad interpretan como mensajes de carteles para amenazar o ganar territorio.

Ecuador dejó hace mucho tiempo de ser una isla de paz. Las autoridades de todas las funciones del Estado tienen la obligación de actuar con firmeza para que los ecuatorianos no tengamos que vivir en zozobra, porque ni en una clínica se puede confiar en estar seguros. (O)