Ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que la pandemia del COVID-19 dejó de considerarse una emergencia de salud pública internacional. Pasaron 1.191 días desde que el 31 de enero de 2020 se declaró como tal al virus que cobró 20 millones de vidas en el mundo, según estimaciones del organismo, aunque la cifra oficial es de 6,9 millones de muertes.

A lo largo de estos tres años las medidas restrictivas, el control y la publicación de datos se han ido relajando en los países. En Ecuador lo último disponible en la página del Ministerio de Salud, en cuanto a vacunación, es del 16 de marzo del 2023. Se han aplicado 39′564.195 dosis, pero con el esquema completo constan 14′240.587. Desde la semana uno del 2021 hasta la semana 16 del 2023 se registran 12.290 fallecidos por COVID-19, entre confirmados y sospechosos por sintomatología.

El 2020 fue el año más duro. En el país durante toda la pandemia hubo más de 36.000 muertes por coronavirus.

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La declaratoria de la OMS no implica que la amenaza del virus se haya ido. El mismo director general del ente, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido a los gobiernos mantener la vigilancia y respuesta ante una enfermedad que llegó para quedarse y sigue llevando a personas a salas de emergencia e incluso a la muerte.

Más allá de que el decreto de fin de la emergencia implica que ya no exista como herramienta para movilizar recursos con urgencia, tomar medidas restrictivas o autorizar medicamentos con menos trámites, sería deseable que los gobiernos, incluido el ecuatoriano, analicen las condiciones locales para la prevención. Habrá que esperar medidas respecto a si la vacuna –que no impide el contagio, pero sí genera anticuerpos– se mantiene de manera pública o se abre paso en el sector privado para quienes la demanden. También estudios posteriores sobre efectos. Del lado de la ciudadanía hay una responsabilidad con medidas de bioseguridad mínimas que incluso protegen contra otros virus. El fin de la emergencia de salud pública internacional no debe significar olvido. (O)