Bomberos acuden por los pedidos ciudadanos, a apagr las llamas de gran proporción en las quemas de años viejos gigantes en Guayaquil.


Humo, ruido, cenizas, producidos por la quemazón de monigotes y la pirotecnia, dejan daños medioambientales, a la salud de las personas y los animales, accidentados y hasta muertos. (O)

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Adriana Miranda

Absolutamente no, está “tradición” (entre comillas), no tiene nada beneficioso.

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¿Cuántos niños no han sufrido quemaduras por la pirotecnia?, ¿cuántas personas especiales son afectadas por los ruidos de los juegos pirotécnicos? No solo perjudica a la gente, también al medio ambiente. Se debe prohibir o al menos regular su uso, que no se vendan más que las barritas luminosas para los niños, y las autoridades sean las únicas con permiso para realizar festivales con fuegos artificiales. Por el planeta, nuestras mascotas y por quienes desean una Navidad y fin de año tranquilos, el uso de eso debe ser prohibido. (O)


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Rodolfo Cajas

Primeramente, opino que los fuegos artificiales son una tradición de muchos años..., fueron el inicio de una costumbre que se hizo tradicional. (O)


Yennis Zambrano

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Camaretas, confetis explotadores, cohetes, castillos, petardos, bengalas, etc., son peligrosos. Llaman la atención por las luces y sonidos, son armas que queman, provocan muertes. Nadie debe jugar, no debe probar a prenderlos ya que explotan en las manos. Jóvenes han perdido dedos, brazos por tener un cohete apagado en la mano calurosa. Es irresponsabilidad jugar con dichas cosas, guardarlas en el carro o dentro de la casa, cuántos accidentes, incendios se producen en diciembre.

Los niños no deben jugar con chispeadores, diablillos, bolitas pop (“canguil” que explota), fósforos, velas, etc.; no solo pueden incendiarse sino envenenarse por masticar, comerse dichas cosas; meterse a la boca los dedos que han tocado la pólvora de estos objetos.

La quema de años viejos con gasolina a los que les lanzan cohetes y la prendida de fuegos artificiales o juegos pirotécnicos destruye el ecosistema, la calzada de las calles por las que nos movilizamos, produce contaminación, daña la salud de las personas (pulmones, ojos, piel, sistema nervioso, garganta, etc.) dado el humo, ruido, cenizas, calentamiento del ambiente, etc. No celebren fiestas, ni por Navidad, fin de año, con pólvora, fuego (afecta más al calentamiento global), ruido, destrucción. Tenemos que ser civilizados, humanos, respetar la naturaleza. Por celebraciones incivilizadas vamos a ir al hospital o al cementerio. (O)


José Ernesto Ortoneda

No soy partidario de la quema de años viejos ni de los juegos pirotécnicos en fin de año, porque aparte de ser peligrosas estas prácticas, afectan a las personas y a los animales, por el humo, los ruidos y el peligro latente de incendios en los lugares en que se almacenan estos materiales que deben ser bien custodiados y confeccionados con prolijidad; pensando en que no sean un peligro para nada ni para nadie.

Las tradiciones no se pueden cambiar de la noche a la mañana, es necesario iniciar una nueva cultura o sistema para festejar estas fiestas de real importancia para todo el mundo. (O)