Este 21 de marzo es el Día Mundial del Síndrome de Down. La Asamblea General de las Naciones Unidas fijó esta fecha como tal para reconocer a las personas con esta condición genética como individuos con autonomía, independencia y sobre todo con respeto.

En Ecuador, dos de cada 1.000 niños nacen con síndrome de Down, una alteración causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21. Esta es la mayor tasa si se compara con el promedio mundial que es uno de cada 1.000 niños nacidos vivos. Los niños con este trastorno genético requieren de atención médica a edad temprana para vigilar su desarrollo físico y mental durante su crecimiento. Además de una educación inclusiva y terapia educativa adecuada.

Evelyn Labanda, la representante del síndrome de Down en la TV ecuatoriana, fue invitada a ‘Café CNN’

En Ecuador, la demanda de atención digna y de fácil acceso en el sector público para niños con esta condición es altísima. Pero solo Pichincha, Guayas, Manabí, Imbabura y Azuay cuentan con centros especializados de rehabilitación integral (CERI) que ofrecen terapias físicas, de movimiento y de lenguaje para niños con este síndrome y otras enfermedades. En Pichincha el CERI está ubicado en Conocoto; en Guayas está diagonal a la Base Naval; en Manabí está junto al IESS de Portoviejo; en Imbabura está en Ibarra, en la ciudadela del mismo nombre; y en Azuay está en la parroquia Huayna Cápac.

‘Bebé Victoria’ es la primera muñeca con rasgos de síndrome de Down en Ecuador que fue creada por la guayaquileña Belén Bonnard

Los testimonios y beneficios alcanzados a nivel físico e intelectual por los infantes que han podido acceder a estos sitios y otros privados son halagadores. Pero aún la atención está limitada. Muchos viven en condición de pobreza extrema y acceder a un centro de salud o especializado en ese tipo de trastorno es imposible.

El éxito del adulto con síndrome de Down sí es posible

Por ello, en este Día Mundial del Síndrome de Down nos unimos en un solo mensaje sobre la importancia de generar más espacios de inclusión en lo educativo y en lo laboral, en la necesidad de impulsar mejores políticas públicas enfocadas en las poblaciones vulnerables y en el derecho de estas personas a ser tratadas con respeto y justicia. (O)