Omnipresente en la gran pantalla en 2014 tras varios años de discreción, Kevin Costner entra en el universo de Luc Besson con "3 Days To Kill" en el papel de un exespía que acepta una última misión para salvar su vida.

El guionista francés, quien produjo la cinta con su firma EuropaCorp junto a Relativity Media, espera reproducir el exitoso modelo de la saga "Taken", que renovó la carrera de Liam Neeson y recaudó casi 600 millones de dólares con dos películas. Una tercera está en desarrollo.

La dirección de la cinta fue confiada al estadounidense McG, un asiduo de las películas de acción que ha realizado las adaptaciones al cine de series televisivas como "Los ángeles de Charlie" (2000 y 2003) y "Terminator Salvation" (2009).

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Costner, quien se había apartado de las cámaras últimamente -aparentemente para ocuparse de sus hijos pequeños-, volvió a las pantallas este año. Además de "3 Days to Kill", que se estrena este viernes en Estados Unidos (sin fecha aún en el mercado hispano), aparece también en "The Ryan Initiative" y estará dentro de unos meses en los carteles de "Draft Day" "McFarland".

"Hubiera preferido (que el ritmo de los estrenos) no fuera tan denso, pero estoy feliz de tener estas películas", dijo el actor durante una conferencia de prensa en Beverly Hills. "Es un impulso de energía, siempre me ha gustado trabajar".

"Pero, para mí, el trabajo es siempre un gran esfuerzo, así es como me siento", agregó.

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En "3 Days To Kill", enteramente grabada en París, el actor de 59 años encarna a un agente secreto jubilado, Ethan Renner, que intenta acercarse más a su familia y en particular a su hija adolescente (Hailee Steinfeld), a quien ha descuidado tras años de servicio.

Pero al saber que sufre de una enfermedad incurable, la CIA le pedirá que lleve a cabo una última misión a cambio de un medicamento milagroso, a riesgo de arruinar una vez más la relación con su hija.

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En un guion bordado sobre la clásica trama del profesional retirado que debe volver a trabajar, Luc Besson intenta proporcionar una dosis de originalidad y darle un lugar preferencial al humor.

"Tratamos de darle a la película un toque de amor sin hacer guiños a la cámara", comentó Costner. "Eso es muy importante. Creo que es mucho más divertido cuando uno no subraya los chistes".

La película juega también con el contraste entre el virtuosismo de Ethan en su trabajo y su absoluta incapacidad de manejar a una adolescente. "En una parte de su vida es muy eficaz, y en la otra no es tan genial", señala el actor ganador de dos Óscar (mejor película y dirección) por "Bailando con lobos" en 1991.

Recordado por sus numerosos papeles en los años 80 y 90, como "Los intocables", "Robin Hood, príncipe de los ladrones", "JFK" o "El guardaespaldas", el actor considera que ha mejorado con cada película.

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"Jamás cambié mi manera de aproximarme al oficio. Siempre tuve la sensación de que era mejor cada vez. Creo que todo el mundo puede mejorar", dijo.

"Pero aprendo despacio", añadió. "Me toma un tiempo digerir el material antes de poderlo interpretar. Pero cuando subo al escenario, tengo toda la película en mi mente".

Si bien volvió a la pantalla, Costner no ha tomado de nuevo la dirección de una película desde "Open Range" en 2003. ¿Es esto un motivo de arrepentimiento?.

"No tengo las preocupaciones que tenía (el director) McG todas las mañanas", bromeó Costner. "Los fines de semana, cuando todos planificaban a qué restaurante ir a cenar en París, el director nos odiaba porque él tenía que quedarse pensando en la película".