Bandas como los Rolling Stones y Coldplay y festivales como Lollapalooza, Sonar y Estéreo Picnic muestran que Colombia se ha convertido en 2016 como otro destino musical latinoamericano, cuando hace unos años ni soñaba con ver en casa artistas de talla mundial.

Bogotá "ya hace parte del circuito internacional de conciertos en América Latina, detrás de Sao Paulo, México, Buenos Aires y Santiago de Chile, gracias a que la Unesco la nombró capital creativa en 2012", dijo a la AFP el productor musical Iván Benavides, en alusión a esa distinción recibida precisamente por su escena musical.

Además de los Rolling, que llegan este jueves a la capital colombiana en el marco de su gira latinoamericana Olé Tour, entre marzo y abril se espera a Coldplay, Snoop Dogg y Florence and The Machine, después de la presentación de Maroon 5 a principios de marzo y de la llegada el año pasado de Ringo Starr, Foo Fighters y Kiss.

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El mismo día en que Mick Jagger toque con su mítica banda en el estadio El Campín, también se abrirán las puertas de la sexta edición de Estéreo Picnic, un festival de música alternativa que convoca a músicos reconocidos internacionalmente, como los Fabulosos Cadillacs, The Killers, Red Hot Chili Peppers y Calvin Harris, entre otros.

Además, para octubre se prevé por primera vez la realización en Colombia de Lollapalooza, nacido en 1991 en Estados Unidos y expandido a Europa con su edición berlinesa, después de haber lanzado festivales hermanos en Argentina, Brasil y Chile.

En octubre pasado, la revista Billboard se refirió al tema: "La base de fanáticos leales de Estéreo Picnic sin duda ha influido en la decisión de Lollapalooza para llegar a Colombia".

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"El hecho de que aparezcan empresarios que se arriesguen a hacer festivales como Estéreo Picnic pues ha hecho que Colombia esté en el mapa musical, cosa que antes no pasaba", opinó el analista musical Manuel Carreño.

El panorama musical en Colombia era completamente diferente hace apenas siete años. Entonces, se ofrecían planes turísticos fuera del país para que los fanáticos pudieran cumplir su sueño de ver en vivo a sus bandas predilectas.

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¿A qué se debe esta metamorfosis?

"Eso se dio por la realidad sociopolítica que vive el país. Hay más poder de adquisición y más gente interesada en la música", afirmó a la AFP el organizador de eventos Philippe Siegenthaler, un emprendedor que apostó en 2010 al formato de Estéreo Picnic.

En términos de seguridad, la tasa de homicidios en Colombia pasó de 40,3 por cada 100.000 habitantes en 2006, a 26,3 en 2015.

Por otra parte, el fin del conflicto armado de medio siglo en el país, que podría sellarse este año entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal guerrilla del país, puede favorecer la visita de grandes artistas internacionales, afirman especialistas.

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Para Fernán Martínez, promotor colombiano y representante de artistas, la visita de superestrellas como el exbeatle Paul McCartney en abril de 2012 y la estadounidense Beyoncé en septiembre de 2013, demostraron que Colombia no era ya un país de atentados.

"La llegada de ellos abrió las puertas, les dio la seguridad a otros artistas internacionales que podían trabajar en Colombia", sostuvo.

La ley de espectáculos públicos de 2011, que disminuyó el impuesto de renta del 33 al 8% para los artistas no residentes en el país y eliminó el IVA del 16% a los servicios artísticos con sonido, luces y alquiler de tarimas, también facilitó la organización de eventos musicales.

"Esa ley a mí me ayudó cantidades", aseguró Martínez, quien celebró que esta norma haya permitido volver a habilitar el estadio El Campín, principal arena de Bogotá, reservada entre 2006 y 2011 para partidos de fútbol. (E)