Cuidar el cerebro desde hoy lo protegerá contra el deterioro del mañana. Y es que algunas prácticas habituales pueden tener consecuencias y provocar daños irreversibles a largo plazo. Por fortuna, reconocer lo que hacemos mal puede marcar la diferencia.

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Una salud cerebral deficiente puede ser precursora de la demencia, un conjunto de condiciones que deterioran la memoria, el razonamiento y la habilidad para llevar a cabo tareas diarias.

Ciertos hábitos pueden acelerar la aparición de la demencia. Foto: Freepik.

En la actualidad, se estima que más de 55 millones de personas padecen demencia a nivel global, con un impacto desmedido en las mujeres, ya sea de forma directa o indirecta, según datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud.

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Los científicos señalan que ciertas costumbres pueden acelerar el envejecimiento del cerebro, lo que incrementa el riesgo de sufrir demencia, explica el portal británico Chronicle Live.

¿Qué cosas pueden dañar el cerebro?

Aunque puedan parecer inofensivos, existen al menos cinco hábitos cotidianos que aceleran el envejecimiento del cerebro. Estas prácticas diarias, con frecuencia pasadas por alto, pueden tener un impacto significativo a largo plazo, señala el medio británico.

1. Pasar mucho tiempo en el teléfono

Investigaciones actuales muestran que, en promedio, las personas pasan hasta siete horas al día frente a pantallas, y es posible que esta cantidad aumente.

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Este comportamiento afecta considerablemente la salud mental, originando lo que popularmente se denomina “demencia digital”.

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Este concepto, aunque no es reconocido formalmente en la medicina, describe el deterioro de la memoria inmediata y la habilidad para realizar varias tareas simultáneamente, señala el portal ya citado.

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Pasar horas en el teléfono tiene consecuencias negativas. Foto: Freepik

2. Comer comida chatarra

Para nadie es un secreto el daño que le hace al organismo el consumo de la comida chatarra y el cerebro tampoco está a salvo.

Según el doctor Tim Beanland de la Alzheimer’s Society, citado por el diario británico, al adoptar una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y cereales, y limitar el consumo de carnes rojas y azúcares, se puede disminuir el riesgo de problemas de memoria y demencia.

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3. No dormir bien

La falta de sueño adecuado puede incrementar el riesgo de desarrollar demencia. Investigaciones revelan que dormir seis horas o menos incrementa este riesgo en un 30% frente a quienes duermen al menos siete horas.

El sueño cumple una función importante al eliminar proteínas nocivas del cerebro, vinculadas al Alzheimer.

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La falta de sueño deteriora el cerebro. Foto: Freepik

4. Beber alcohol

El alcohol, incluso en cantidades moderadas, puede ser dañino. Estudios recientes indican que beber cerveza (equivalentes a 750 ml) o dos copas de vino diariamente puede acelerar el envejecimiento cerebral en diez años, y una pinta podría hacerlo en dos años.

“El alcohol es uno de los factores más comunes en el envejecimiento cerebral”, afirma la doctora Esther Walton, de la Universidad de Bath.

El alcohol, aunque moderado, también daña el cerebro. Foto: Freepik

5. Pasar mucho tiempo solos

Una investigación examinó los cerebros de adultos saludables que pasaban mucho tiempo solos. Los resultados mostraron un incremento en los niveles de amiloide cortical, un indicador clave en el diagnóstico de demencia.

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Estudios posteriores asocian el aislamiento social con casos de demencia precoz. Según el doctor Walton, mencionado en Chronicle Live, existen evidencias convincentes de que la soledad puede estar asociada con un envejecimiento cerebral acelerado. (I)

La OMS creó una comisión para tratar el tema del aislamiento social | Foto: Freepik

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