Pegar con cinta adhesiva o piola los pedazos de una vajilla, tal como si se pudiera reparar al mundo... escribir un deseo y colgarlo en un árbol o subir una escalera y encontrar la palabra Sí con una lupa... Son parte de las instrucciones que da la artista japonesa Yoko Ono (pionera del arte conceptual y participativo) a quienes visitan su obra.

Es que desde el sábado y hasta el 16 de septiembre, en cuatro salas y el patio del Centro Cultural Metropolitano de Quito se albergan más de 50 obras, entre objetos, instalaciones, videos, filmes y registros sonoros creados entre 1960 y la actualidad.

Durante el evento, el secretario de Cultura del Municipio, Pablo Corral, ratificó la importancia de la muestra, que nos lleva a pensar qué es el arte y a reconocerlo por su don de transformar interiormente a la gente.

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La muestra incluye la primera instrucción realizada por la artista: “Enciende un fósforo y observa hasta que se consuma”. También se puede ver la pieza Risa, invierno 1961, que pide: “Pásate una semana riendo” en la que se ve la cara de John Lennon en primer plano, que pasa de un gesto serio a una franca sonrisa.

En una de las salas del segundo piso ya se exhiben decenas de testimonios de mujeres que han sufrido violencia física o psicológica, y que es parte de la propuesta de Ono: Arising o Resurgiendo. También consta el Evento Agua, al que invitó a 12 artistas latinoamericanos a presentar una obra que lleve agua a quien lo necesita.

Estefanía Puente, 28 años, parte del público, dijo sentirse privilegiada por poder admirar la obra. Ella experimentó la instrucción: “Ver el mundo desde una bolsa”. “Veía lo mismo, pero la sensación fue de libertad y de estar feliz”, indicó.

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Ariruma Kowi, también de visita, destacó el elemento participativo y el esfuerzo de la gente al interactuar. Es una muestra insurgente, que permite conectarse con el pensamiento de la autora, expresó.

Los guías explicaban que la obra no estaba concluida sin la participación del público. (I)