El 21 de noviembre se celebra el Día Mundial del Vestido, una jornada para rendir homenaje a esa prenda que ha marcado tendencias, reflejado culturas y contado historias a lo largo de los años. Desde la sencillez hasta el glamour deslumbrante, los vestidos han ocupado un lugar especial en el mundo de la moda y la cultura. Algunos diseños se han convertido en iconos indiscutibles, trascendiendo el tiempo y dejando una huella imborrable en la historia.

El vestido blanco de Marilyn Monroe: En 1955, Marilyn Monroe deslumbró al mundo con su famoso vestido blanco plisado, diseñado por William Travilla, en la película “La comezón del séptimo año”. Esta icónica imagen de Marilyn parada sobre una rejilla de metro con su vestido elevado por una corriente de aire es un símbolo atemporal de la feminidad y la gracia.

Marilyn Monroe.

El vestido negro de Audrey Hepburn en Desayuno en Tiffany’s: El diseñador Hubert de Givenchy creó el emblemático vestido negro que Audrey Hepburn lució en la película de 1961. Este vestido negro sencillo pero elegante se ha convertido en un ícono de la moda, representando el estilo chic y la sofisticación atemporal.

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GETTY IMAGES La actriz Audrey Hepburn hizo famoso al singular diamante amarillo durante su partipación en la cinta "Diamantes para el desayuno" de 1961.

El vestido de princesa de Lady Diana: El vestido de novia usado por Lady Diana Spencer en su matrimonio con el príncipe Carlos en 1981 fue diseñado por David y Elizabeth Emanuel. Con su voluminosa falda y su cola de más de 7 metros de largo, este vestido cautivó a millones de espectadores en todo el mundo, convirtiéndose en uno de los vestidos de novia más famosos y emblemáticos de la historia.

El vestido de gala verde de Keira Knightley: Diseñado por Atonement, el vestido verde esmeralda que Keira Knightley llevó en la película Expiación se ha convertido en un ícono moderno. Su elegancia atemporal y el impacto visual de esta prenda la han colocado entre los vestidos más recordados del cine contemporáneo.

Estos vestidos son solo una muestra de cómo una prenda puede trascender su función básica y convertirse en un símbolo cultural. En su honor, el Día Mundial del Vestido invita a apreciar la creatividad, el arte y la historia que hay detrás de cada diseño, recordando la belleza y el significado que estos han aportado a lo largo de los años. (E)