CHONE, MANABÍ. La hija de Ángel murió hace 26 años y por temor a que sus restos se pierdan en la reubicación del cementerio El Guabillo, por la construcción del proyecto Propósito Múltiple Chone, optó –al igual que otros deudos– por llevar las reliquias a su casa. Ángel las mantiene en una hielera.