Pan para mi Hermano es una campaña organizada por Hogar de Cristo, a través de Un Techo para el Camino, un programa para la atención de migrantes y refugiados, para garantizar la seguridad alimentaria de la población en condiciones de movilidad humana.

Esta campaña se ha venido realizando desde finales de abril, donde personal de Hogar de Cristo se ha dirigido a los sectores de Monte Sinaí para entregar estas canastas, y para las personas de condiciones de movilidad humana se lo ha hecho a través de los colectivos y organizaciones venezolanas en el país.

“Se comenzó con la población local en Monte Sinaí. Se han repartido más de 19 000 canastas alimentarias y también han ayudado a 100 familias venezolanas y a la población en condición de movilidad”, aseguró Ronald Borges, coordinador del programa Un Techo para el Camino.

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La fundación se ha desplegado por diferentes provincias con la donación de alimentos para comunidades, donde se han beneficiado 28 566 familias repartidas en Guayas, Esmeraldas, Manabí, El Oro, Los Ríos y Santa Elena.

A esta iniciativa se han unido instituciones como el colegio Unidad Educativa Javier, Fundación Mariana de Jesús, Fe y Alegría, donde recogieron fondos para garantizar la alimentación de la población.

Borges asegura que no hay una fecha límite para ayudar a estas personas y que mientras haya necesidad serán sensibles ante esta situación. (I)