En el Centro de Acogida Patio Mi Pana un total de 20 adolescentes de 9 a 14 años reciben nivelación escolar, refuerzo y, más que nada, cuidado.

Esta organización recibe a menores en situaciones vulnerables en las calles, para después reinsertarlos en sus hogares.

Según Yonny González, encargado de la casa, la cuarentena fue el tiempo más difícil.

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Por momentos, dirigir a los menores era una tarea más compleja de lo común, pues en condiciones normales, además del personal, hay dos voluntarios salesianos que viven un año en el sitio y ayudan con las tareas.

Sin embargo, el inicio de la pandemia coincidió con el periodo de relevo de los salesianos.

De este modo, para cuando se activó la cuarentena, solo contaban con la ayuda de uno.

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“Sabemos que es muy fuerte trabajar con esta población de niños porque muchos viven situaciones de violencia a todo nivel. Ellos exigen muchísima atención”, manifiesta González.

El nivel de exigencia suele aumentar en las tardes, pues los menores ya no se están en actividades tan programadas como las clases. Ahí, cuando había un solo educador, se sentía la necesidad de más personal.

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La cuarentena ya fue superada, pero la necesidad ahora se traduce en adquirir constantemente material sanitario para mantener los protocolos de bioseguridad, así como medicinas básicas y equipos para continuar con la enseñanza también, según González.

Ciudadanos que deseen apoyar comunicarse al 042-131-976. (I)