El parque Centenario contiene uno de los monumentos más emblemáticos de Guayaquil: la Columna de los Próceres, en honor a quienes participaron en la revolución del año 1820.

Pero en este espacio del centro porteño también están ubicadas figuras y alegorías.

Una escultura del fallecido científico Eloy Ortega Soto reposa en el interior del parque.

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En la parte externa se imponen cuatro alegorías: Los Aurigas, las estatuas de las artes aplicadas, además las estatuas de Cronos y de Hermes.

Las tres primeras fueron elaboradas por el artista catalán Juan Rovira. Según reseñas municipales, Los Aurigas fue tallada en los talleres del italiano Giuseppe Beneduce.

En la obra se retrata a dos caballos como símbolo de “las pasiones que deben ser dominadas por el espíritu humano”. Se ubica en av. 9 de Octubre y Lorenzo de Garaycoa.

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En ese mismo tramo se exhibe la estatua de las artes aplicadas, en la que se muestra a la ninfa de las artes menores representada por una mujer semidesnuda, que sostiene la rueda de la industria y el ovillo de las hilanderas.

Sobre la avenida 9 de Octubre y Pedro Moncayo se impone la estatua de Cronos.

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La obra presenta a un personaje mitológico “que agita en su mano la serpiente de los deseos contra la piedra bruta de su destino”, refiere la reseña del cabildo porteño.

La estatua de Hermes está instalada en Víctor Manuel Rendón y 6 de Marzo. Esta escultura hecha en bronce fue elaborada por el artista español José Homs. Simboliza al dios de la inteligencia.

Sobre la cabeza de la figura de Hermes reposan dos alas que representan el vuelo del pensamiento. Quienes transitan por estas vías admiran estas obras, instaladas en áreas de acceso a dicho parque.

En el interior reposa la fuente de Los Leones, edificada en cemento y en forma octogonal. Del centro surge un pedestal de hierro. (I)

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