Un problema eléctrico que paralizó la producción en la planta La Toma por algunas horas puso en el centro de la opinión pública el servicio de agua potable en Guayaquil, a tal punto de que organizaciones sociales como el Observatorio de Servicios Públicos recurrió a la Defensoría del Pueblo a pedir la intervención de dicha instancia ante una posible vulneración de derechos.