Una treintena de ciclistas se reunió en un parque de Sauces 1 para partir en grupo a su recorrido de jueves en la noche. Cerca de las 19:30, uno a uno salieron por la av. Isidro Ayora y en cuestión de diez minutos aproximadamente arribaron al parque Samanes.

Algunos llevaron radios para comunicarse entre ellos a lo largo del recorrido y tratan de mantenerse agrupados para enfrentar cualquier evento adverso, entre esos los de inseguridad.

En el área recreativa de Samanes, este grupo se unió a otros compañeros ciclistas que llegaron de la Alborada para seguir hacia La Aurora, donde realizaron recorridos en lomas.

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“Siempre tenemos comunicación por radio, es nuestro método de seguridad para avisar de algo raro y los que van en medio o atrás van conscientes de lo que pasa adelante y pueden tomar una decisión en el instante como parar o virar para acá”, comentó uno de los participantes del grupo, Ronny Alvarado.

Pese a los escenarios de delincuencia y actos violentos, Alvarado mencionó que procuran seguir saliendo los martes y jueves en horario nocturno y los domingos durante las mañanas.

En el primer recorrido de la semana realizan ciclopaseos por la ciudad con rutas innovadoras o sitios llamativos para atraer la concurrencia de personas, por ejemplo, el bosque de Colores de la Pradera 2, estadios de los equipos del Astillero, el malecón del Buijo Histórico, entre otros.

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En cambio, los jueves son rutas más complejas con el paso en lomas en Pájaro Azul, Los Ceibos, Juan Montalvo, Espol y hasta rutas largas, como movilizarse hacia los peajes de Samborondón, Durán y Chongón. Mientras, los domingos buscan sectores en las afueras de la urbe, como ir desde Guayaquil a cantones cercanos como Yaguachi, Milagro, de ida y vuelta.

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Sobre el tema de seguridad, que repercute a nivel general en la urbe, Alvarado dijo que ha habido compañeros que optan por evitar salir, aunque en su grupo no han tenido incidentes de delincuencia.

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No obstante, conocen casos de otras agrupaciones e incluso familiares que han sufrido robos, por lo que toman sus recaudos de evitar movilizarse por determinadas zonas sobre todo del sur, suroeste y de la vía Perimetral hacia el noroeste.

En las recientes semanas, por ejemplo, miembros de otras agrupaciones tuvieron problemas de robo de artículos y bicicletas al cruzar la av. Orellana, a la altura de Las Orquídeas, y en Limoncito, en la vía a la costa.

Esos son otros dos tramos que procuran evitar movilizarse o si es que transitan hacerlo con cuidado. En estos tramos, se dan atracos con personas en motocicleta e incluso en automóviles que interceptan a los ciclistas.

Otra zona donde se han dado robos es la avenida del Parque, en Samanes. Allí, Zambrano contó que a su hermana, en la avenida Paseo del Parque, unos sujetos que estaban escondidos entre matorrales le tumbaron la bicicleta, tomaron el volante, la arrastraron y se le llevaron la bicicleta mientras realizaba deporte.

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“Como grupo vemos todo eso y tratamos de no exponernos de ir por esas calles oscuras o desoladas, siempre tratamos de mantenernos unidos. La gente con el aumento de delincuencia ha disminuido un poco, sobre todo, la asistencia de mujeres”, dijo.

Tratamos de no ir tanto a ciertas zonas del sur o Durán, o del lado del suoeste, que son rutas que sabemos ir ya no hemos frecuentado por el tema de delincuencia, preferimos por el norte, ya sea por vía Samborondón, que es un poco de menor peligro en robos, pero más peligroso en cuestión de carros o sino al centro, sitios relativamente cerca.

Ronny Alvarado, ciclista de grupo

Al culminar los recorridos, casi a la medianoche, también tratan de agruparse quienes vivan en los mismos barrios o zonas para dirigirse hacia sus casas, a fin de protegerse como mecanismo de defensa, ya que en ocasiones los robos se dan cuando los ciclistas retornan en solitario hacia sus hogares, contó.

Asimismo, se mantienen en comunicación por medio de chats privados para alertarse de las actualizaciones y novedades de sus recorridos.

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Otro ciclista Luis Sánchez, del grupo de Ecuador Aventura, con 30 años de creación, recordó que anteriormente era complicado salir a andar en bicicleta, sobre todo con los problemas que tenían con los automotores, pero la cultura de respeto ha mejorado las condiciones, aunque ahora temen por la inseguridad.

Actualmente, dijo, calcula que se han dado al menos diez robos a colegas ciclistas en trayectos en solitarios cuando retornan sobre todo a sus casas luego de los recorridos en grupo.

Ahora, el grupo al que acude Alvarado se procura aconsejar de ir en grupo y evitar salir solos en los recorridos de cicleadas. Así justamente se inició Ecuador Aventura, como una alternativa para evitar estos atracos que había sufrido un hermano de él, recordó.

“Hay que agruparse, unirse, no tratemos de hacernos los presos y quedarnos encerrados mientras los delincuentes andan libres en las calles. Tenemos que organizarnos como sociedad”, comentó.

En La Atarazana, en semanas anteriores, él contó que se han topado con compañeros ciclistas de otros grupos que se quedan solo a pie en la noche. Al hacer contacto con ellos, se enteran de que les han robado las bicicletas al quedarse rezagados del grupo en sus recorridos. “Alguien se retrasa y esa es la víctima que paga”, explicó.

Como alternativa, ante estos hechos delictivos, el grupo Ecuador Aventura, que tiene un importante número de integrantes mujeres, optó por cambiar los horarios y días de sus recorridos. Antes salían entre semana en las noches y ahora lo hacen en las mañanas los fines de semana.

En sus recorridos, Sánchez contó que regularmente partían de la Alborada por varias vías principales hasta llegar al centro y terminar en el mercado Caraguay, donde degustaban platillos de la oferta gastronómica. “Se movía la economía, ahora se ha parado”, dijo.

Actualmente, sobre todo los domingos, ellos realizan rutas hacia destinos como parque Lago, Puerto Hondo, Punta Diamante, isla Santay y Los Lojas, a fin de mantener la unión y distracción en actividades positivas de los integrantes de la comunidad.

“Es más tranquilo, más despacio y no se corre el riesgo, ahora no le tenemos miedo a los carros, ahora tenemos miedo a una bala, balacera o robo que nos quieran hacer. Tampoco con esto nos vamos a quedar encerrados, corremos riesgos”, dijo el ciclista que reside en el norte.

Él señaló que la sociedad civil debería organizarse en conjunto con las entidades locales y gubernamentales para que se promulgue la práctica de este deporte y también se motiven campañas, ciclopaseos y siga la construcción de ciclovías en calles de la urbe.

Además, con la debida coordinación, él aconsejó que los elementos de Policía y Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) deberían ponerse a disposición de los grupos de ciclistas. Además, insistió en que la Municipalidad podría promocionar esos recorridos para incentivar a que más ciudadanos participen de estas actividades al aire libre.

“Necesitamos que los muchachos se sientan parte de algo, para que no entren en la droga, en la delincuencia; los grupos de ciclismo, que lo hacen sin darse cuenta, están ayudando a la sociedad, estamos creando una acción positiva hacia la sociedad”, señaló. (I)