Pilares usados como urinarios, acumulación de desechos e incluso guaridas de personas en condición de calle, así como predios con estructuras deterioradas, se reflejan en ciertos terrenos que permanecen en abandono en varias calles del centro de Guayaquil.
En los últimos años varios predios han sido desocupados por algunos habitantes que han decidido cambiarse del centro porteño a otras zonas. Aquello ha generado depresión del trajín comercial. Actualmente, después de las horas laborables, está totalmente abandonado.
Ante esta situación que lleva varios años, el cabildo plantea la puesta en marcha de un master plan para recuperar el centro. Para ello encamina una consultoría hecha al arquitecto extranjero Jeff Speck.
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En los primeros avances, el urbanista ha planteado la expropiación de bienes en estado de abandono como una de las alternativas.
Él estuvo en julio pasado en Guayaquil, y en tres meses y medio se espera que entregue el master plan que se aplicaría desde 2026.
Por ahora no hay una cifra concreta de los bienes que entrarían en este plan de expropiaciones para edificaciones abandonadas.
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Con el plan, según el alcalde Aquiles Alvarez, muchos promotores inmobiliarios se sentirán motivados a invertir en el centro, lo que permitirá que este vuelva a ser habitado, además de incentivar la economía y el turismo.
Una vez identificados los predios, con cada uno se buscaría a los propietarios, tanto naturales como empresas, y luego seguirían los temas legales, en caso de ser patrimoniales no se los considerarían en el plan. “Seguramente en el master no incluye ningún bien patrimonial”, dijo el alcalde.
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Dentro de la nueva planificación del centro hay la idea de usar espacios abandonados para dar lugar a nuevas edificaciones, parques y otras alternativas en estudio.
Para especialistas en urbanismo, la expropiación es una alternativa fundamental que promovería la recuperación. Comparten su visión y sugerencias para el plan.
Alina Delgado, docente investigadora de la Universidad de Guayaquil y directora del Centro de Innovación y Desarrollo, recordó que, a medida que avanza el crecimiento de la urbe, el centro perdió su carácter central y protagónico, lo que propició al deterioro, la subutilización de espacios y la pérdida de inversión de capitales
En cuanto a la expropiación, Delgado mencionó que es uno de los componentes necesarios para la recuperación, especialmente al considerar proyectos ya aplicados en centros urbanos de América Latina, basados en tendencias influenciadas por Europa y Estados Unidos.
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Citó ejemplos de Puerto Madero, en Buenos Aires, y el mismo Malecón Simón Bolívar, que tuvieron al proyecto urbano como elemento interventor y dinamizador del espacio y economía del sector.
Estas acciones de expropiación, según la especialista, en otras experiencias han tenido como objetivo recuperar áreas por medio de la atracción del capital, la recuperación de la identidad cultural, social e inclusión de la vivienda para lograr diversidad de usos y revitalizar su utilización.
Especialistas dan ideas para recuperar centro urbano histórico de Guayaqui
David Hidalgo, doctor en Gestión Urbana y docente universitario, expuso que la expropiación de bienes inmuebles en abandono o en desuso será fundamental para avanzar hacia la potenciación céntrica.
Además, Hidalgo refirió que el centro requiere varias intervenciones urbanas. En esas acciones destacó que las intervenciones deben apuntar a la creación de infraestructura vertical, comunitaria y verde, que además posicione al centro como uno de los sitios predilectos para habitar en la urbe y que se deje atrás el modelo habitacional de baja densidad, sobre el área metropolitana y la vía a la costa.
“El centro debe convertirse en uno de los principales lugares de encuentro en la ciudad, un lugar para las actividades culturales y la cohesión social. Asimismo, la vida nocturna del centro requiere de un modelo de gestión urbana por parte del GAD que le garantice a los ciudadanos seguridad, iluminación, caminabilidad y calidad de vida”, explicó Hidalgo.
En ese sentido, el arquitecto dijo que se requiere gestionar suelo para crecer verticalmente con edificaciones de uso mixto y generar espacio público que mejore la calidad de vida de los residentes y las visitas.
En la recuperación de inmuebles que estén en desuso, agregó, se deberían priorizar aquellos que gocen de valores arquitectónicos relevantes, como una arquitectura moderna, y destinarlos a nuevos usos en áreas preferencialmente de cultura, ocio, gastronomía, etc.
En el caso de inmuebles patrimoniales en desuso, mencionó, estos necesitan ser conservados y rehabilitados para que tengan una nueva función y un protagonismo dentro de esta visión de desarrollo.
En la gestión del suelo y la movilización de plusvalías de las zonas, Delgado enfatizó que se debe contemplar la función social que tendrá en la comunidad, con el fin de que los proyectos urbanos de parques y vivienda permitan devolverle la vida a la zona céntrica.
La arquitecta Delgado señaló que existen diversos factores que pueden incidir en el éxito o fracaso sobre el uso y la aplicación de instrumentos de gestión de suelo, como la visión de inversionistas y las necesidades de los grupos más pobres, problemas de seguridad y costos de proyectos.
Consideró esencial la generación de subsidios por medio de la intervención estatal y municipal para que los desarrolladores urbanos cumplan con normas que den oportunidades a la generación de vivienda, tipo social, como condicionante de los proyectos. De esta manera, se asegura una ganancia del inversor y, al mismo tiempo, se permite la permanencia de familias de menores ingresos y evita el desplazamiento de quienes han habitado la zona por años.
“El desarrollo económico y la inclusión de vivienda, en especial social, son dos visiones diversas, pero que pueden ser compatibles e integradas para el centro si se utilizan instrumentos de planificación urbana para crear un centro más próspero, diverso e incluyente”, dijo la arquitecta.
Para ello expuso sugerencias de gestión de suelo, como bonos de densidad, permisos de construcción y beneficios normativos a cambio de destinar un porcentaje de los proyectos para el beneficio público de la comunidad, con un enfoque público-privado, social y de inversión en la zona.
“Que articule inversionistas y emprendedores para impulsar la vida urbana en el horario nocturno como un factor determinante del desarrollo de la ciudad”, apuntó Hidalgo. (I)
