“¡Qué bueno que los jóvenes sean ‘callejeros de la fe’, felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra!”, se lee junto a una imagen del papa Francisco, al llegar a un museo dedicado a su visita en la Unidad Educativa Javier, en Guayaquil.
Su paso marcó un episodio de relevancia en la comunidad educativa, padres jesuitas, docentes, autoridades y estudiantes, el 6 julio de 2015. Ahí, estuvo luego de celebrar una misa en parque Samanes.
En el plantel compartió un almuerzo con religiosos, una oración en la capilla, y además tuvo una reunión con su amigo el padre Francisco Cortés.
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Además, en su paso por un pasillo, bendijo regalos y varios elementos. Pese a los protocolos de seguridad, tuvo un inesperado encuentro con un coro de niños estudiantes que le dedicó un himno hecho especialmente para él.
En los exteriores del colegio, desde la puerta y varios kilómetros de la av. del Bombero, se congregaron unas 3.000 personas para saludar al papa.
De esa visita se guardan fotografías y videos. Además, como lo anunció el entonces rector del plantel, Fabricio Alaña, se armó un museo con los artículos especiales que marcaron la visita papal en el Javier.
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Ese pequeño museo se ubica desde el 2015 en la plazoleta que lleva el nombre del padre Paquito Cortes, a pocos metros del coliseo del plantel.
Carolina Aranda, actual rectora del plantel, expuso que este espacio se construyó en honor al pontífice ahora fallecido. Ahí se guardan recuerdos, como la silla que utilizó para compartir el almuerzo con la comunidad jesuita y la vajilla especial usada por Francisco.
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Estos implementos tienen leyendas alusivas a la visita en el plantel, como folletos, cuadernos, estampas, gorras, stickers, entre otros artículos que se confeccionaron en los preparativos para recibirlo.
Asimismo, en un espacio hay rosarios y llaveros que el papa bendijo en su paso por el colegio. También se guardan un cuadro especial elaborado por el pintor Roberto Saavedra Walker en un óleo sobre lienzo. La pintura se realizó de mayo a noviembre del 2015.
Otros artículos traídos de la iglesia San José, ornamentos litúrgicos y además elementos alusivos a otros padres jesuitas también se han puesto para acompañar el museo. Entre esos, hay un bastón del padre Paquito Cortés y parte de sus libros, como ‘Madurando en el amor dedicada’ a parejas.
También ahí reposa una medalla del padre jesuita fundador del colegio Javier, el padre Alfonso Villalba, donado por la primera promoción de javerianos en honor al trabajo realizado para la comunidad.
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La rectora dijo que a futuro el museo se presta como un espacio de recordación y oración en memoria del papa.
“Hay otros elementos más que pertenecen a la iglesia, sobre todo ornamentos que tienen años y es importante que puedan conocer su historia”, dijo la rectora del plantel.
La rectora Aranda remarcó que el legado del papa deja la gracia de seguir esa misión a la que la iglesia es llamada, además como misericordia, amor y acoger al prójimo, para tener un mejor país y mundo.
“Algo bonito del papa, en una de sus encíclica Fratelli tutti, que nos llama a esta fraternidad social es un mensaje que ahonda fuerte: tenemos que ser comunidad, somos un solo cuerpo, tenemos que ser un solo espíritu, porque desde esa unidad hay esa misión compartida”, reflexionó. (I)