La doctora Julieta Sagñay aún no puede hablar con normalidad: gaguea, repite las ideas y no tiene buena estabilidad. Le tiemblan las piernas luego de haber sufrido una descompensación total de su organismo el pasado lunes cuando se dirigía a su lugar de trabajo en el hospital de Neurociencias, en el norte de Guayaquil.

Sagñay, quien es conocida por su trabajo con jóvenes en programas de recuperación de drogas, contó a este Diario que conducía en su vehículo a la altura de la calle Piedrahíta entre Esmeraldas y José Mascote, en el centro, a las 07:00 del lunes cuando se percató de que se le acercaron sujetos a limpiar el vidrio de su carro y varios vendedores para ofrecerles productos.

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“Recuerdo que estaba primerita en el semáforo, que estaba viendo una chica consumidora con un bebé en brazos porque yo hago rescates, y se me acercaron algunas personas a limpiarme el carro, pagué y luego ya no me acuerdo nada, me entró un sueño profundo, he conducido así hasta llegar al Neurociencias, me parqueé mal, me subí al parterre, he abierto la puerta del carro y me he caído”, explicó la doctora según la versión que le dieron sus colegas médicos.

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Ella añadió que ahí le dieron los primeros auxilios y luego la llevaron al hospital Los Ceibos, del IESS, donde empezaron a realizarle los exámenes como una resonancia magnética, en donde no se visualizó ninguna novedad a nivel de su cerebro.

“Tenía las pupilas dilatadas. El problema es que el examen toxicológico no podían hacerme en el hospital porque no había cómo, ese tuve que hacérmelo privado y ya me darán los resultados”, comentó la doctora.

Ella explicó que sus colegas médicos le indicaron que estuvo muy mal, que no reaccionaba bien, por lo que muchos empezaron hasta cadenas de oración en redes sociales por su salud. Luego de más de un día internada, de ponerle suero y otros medicamentos le dieron el alta ayer, martes 6 de junio.

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Agregó que ante todos los síntomas de haber sido afectada con escopolamina, se mantiene con hidratación para ver si le pasan los estragos. Adicionalmente explicó que se hará nuevas revisiones médicas con especialistas en neurología, pese a que en el primer examen no le encontraron ninguna novedad como algún ictus o derrame cerebral.

Conductores que circulan por esa zona del centro de Guayaquil coincidieron en que ese sitio es peligroso por la presencia de sujetos que no son los vendedores habituales.

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Allí suele haber consumidores de droga, extranjeros, mendigos, a más de quienes sí trabajan de forma constante en esa zona de ingreso al norte de la urbe. (I)