Son 18 los propietarios del edificio Fantasía, el inmueble de 14 pisos ubicado en la avenida 9 de Octubre, entre Esmeraldas y José Mascote. Los dueños de los departamentos y suites piden ayuda para demoler la alta estructura que presenta una peligrosa inclinación.
Algunos dijeron que sí se han preocupado por el tema y que desde finales del 2022 notaron que empezó a hundirse la fachada. Y relataron que un fuerte temblor en marzo del 2023 aceleró el proceso.
“Con el temblor se dañó la cisterna y hubo agrietamiento en el mezanine y en otras zonas”, mencionó Iris Pintado, quien vivía en el piso 9.
Publicidad
Edificio Fantasía, en el centro de Guayaquil, será apuntalado desde este fin de semana
Ella y su hija de 18 años salieron de ahí en abril del año pasado. La mujer sostuvo que le tocó regresar a la casa de su madre y acomodarse en una habitación.
Ha tenido que vender y regalar sus cosas porque no tiene dónde ponerlas.
También aclaró que la mayoría de los propietarios son adultos mayores que compararon muy jóvenes la propiedad y que también se han quedado sin hogar. Les ha tocado ir a casa de familiares o alquilar un espacio donde vivir.
Publicidad
Iris Pintado dijo ser la vocera de los proletarios del edificio Fantasía. Ella señaló que sí se han movido para buscar solución al tema, pero que no tienen el dinero para demoler el edificio, lo que costaría al menos unos $ 200.000.
Otra opción que consideraron fue estabilizar el edificio Fantasía, pero el experto al que consultaron les dijo que tenían que quitarle al menos cinco pisos a la estructura y el costo también era altísimo.
Publicidad
Pintado refirió que incluso fueron al Municipio este año para tratar de hacer una donación y que el cabildo haga la demolición, pero que les dijeron que eso no era viable.
La representante mencionó que no sabe mucho de leyes, pero insiste en que hay la figura de la enajenación forzosa y que luego se puede dar una subasta pública para pagar así la demolición.
Ella informó que todos los propietarios están de acuerdo con vender el inmueble a algún interesado que quiera asumir el costo de tumbar la estructura que fue construida en 1977.
Fernando Nieto, de 75 años, es dueño de dos suites del tercer piso del inmueble. El adulto mayor actualmente está en Orlando, Florida, con sus hijos porque se quedó sin casa en Guayaquil.
Publicidad
Omar Onganía, de 76 años, es el propietario de la suite A del décimo piso. Compró el departamento hace 20 años con su jubilación y hoy tampoco tiene casa propia donde vivir.
Entre los afectados también está Emma, de 78 años. La adulta mayor compró el departamento del piso 11 hace solo tres años. Lo hizo para volver a Ecuador a pasar su vejez luego de muchos años viviendo en el exterior.
Emma se enteró de la polémica y los problemas estructurales del edificio por las noticias.
Su amiga Carmen contó que la mujer está enferma y asustada porque le han dicho que si el edificio cae y mata a alguien ella podría ser demandada. También reclama que nadie le notificó a Emma de la demolición.
“Las notificaciones se pegan en la fachada del edificio y uno tiene que venir y tomarle fotos para enterarse de las decisiones del Municipio porque no nos han llamado”, expresó uno de los propietarios.
Iris Pintado anunció que están analizando la posibilidad de presentar una acción de protección para conseguir ayuda para demoler el inmueble que un día fue su hogar y el de sus vecinos.
Los propietarios se disculpan con los dueños de locales de esa cuadra que se ven perjudicados, pues debieron cerrar sus puertas porque desde este fin de semana empezaron a trabajar en el apuntalamiento del edificio para que no se siga hundiendo. Ese proceso puede tomar hasta dos meses.
Los dueños de los departamentos también señalaron que el propio Municipio ha indicado que por un error en los estudios de suelo se estaría dando el hundimiento.
Ellos cuestionan cómo en los años 70 los constructores obtuvieron los permisos para levantar la edificación de 14 pisos sin que el cabildo notara el error. (I)
