Largas filas de vehículos y el estrés de conductores por el sonido de las bocinas accionadas, en medio de un intenso congestionamiento, fue lo que se vivió en dos momentos del pasado miércoles 27 de agosto en la vía a la costa.
Este escenario, que generó malestar en los residentes de las diferentes urbanizaciones, lanzó -nuevamente- al centro del debate la necesidad de una solución vial para este sector y un mayor control a vehículos pesados que ocupan carriles centrales.
Pedidos que han sido recurrentes por el crecimiento poblacional y comercial que ha tenido vía a la costa.
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Adulto mayor muere atropellado en vía a la costa: congestionamiento hacia la avenida del Bombero
Durante la mañana del miércoles, el atropellamiento de un adulto mayor que intentaba cruzar un tramo de la vía, a la altura del distribuidor de tráfico de la Perimetral, generó el primer atasco en la vía con dirección hacia la avenida del Bombero.
El segundo incidente ocurrió en la tarde cuando un vehículo pesado sufrió un siniestro vial alrededor de los bajos del intercambiador con la vía Perimetral.
Las filas avanzaron por varios kilómetros desde la zona de Puerto Azul, ubicado en el kilómetro 10, hasta el segundo paso peatonal situado a la altura de Terranostra, en el kilómetro 13,5.
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“Esto no es solo porque hubo choque o algo, esto es siempre. Uno lidia a diario con el tráfico que nos quita hasta dos horas para llegar a casa”, dice Irene Coello, quien vive en la urbanización Portal al Sol.
Coello asegura que es desde hace unos cinco años que se acentuó el problema de que por un siniestro hay caos vehicular entre una y tres horas.
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Ahora, añade, se suma la movilidad interrumpida en la avenida del Bombero con dirección hacia vía a la costa por la obra municipal suspendida.
Otra moradora de una urbanización del kilómetro 12 señaló que es necesaria la delimitación de carriles para vehículos pesados que, en su mayoría, son los que generan bloqueos, choques y congestionamiento.
Vía a la costa, hasta julio de este año, acumula 71 siniestros, 78 lesionados y siete fallecidos en sitio. Dentro del ranking de vías con mayor siniestralidad de Guayaquil, la arteria se sitúa en el sexto lugar, detrás de la avenida 25 de Julio.
“Hasta que se definan soluciones para que este tipo de automotores transiten por vías alternas deben controlarlos. Uno debe conducir con tráileres que llevan carga, vehículos contenedores que circulan a velocidad. La falta de radares también nos ha afectado”, menciona Fernanda Aguirre, moradora del sector de Chongón.
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Según Aguirre, durante la noche se complica el traslado hacia las urbanizaciones más alejadas en vía a la costa porque ciertos vehículos pesados no están debidamente señalizados.
“Uno tiene que manejar con las intensas y bajar totalmente la velocidad, a pesar de ir lento, porque uno no sabe en qué momento sale una volqueta, invade carril y puede hacernos perder el control del carro”, comenta.
La residente indicó que se debe considerar la fijación de horarios entre la noche y madrugada para no ralentizar el flujo en horas de alto movimiento vehicular.
“Otros sectores del norte o hacia Samborondón que siguen creciendo tienen más de una opción para llegar a su destino. Somos el único ‘polo’ que sigue teniendo una única vía y somos el único sector al que siguen llegando el comercio y proyectos, pero sin una solución vial”, manifiesta Luis Alberto Carrión, residente de vía a la costa.
El pedido de una solución vial se acentúa
Si bien desde el Municipio de Guayaquil se ha anunciado como proyecto bandera para la zona a la autopista hacia el aeropuerto de Daular, que se convertirá en una ruta alterna para la vía a la costa, los moradores piden que haya celeridad y medidas adicionales temporales para las horas pico.
Avanzan estudios para malla vial en vía a la costa: ¿qué obras se proyectan en esta zona?
Por ejemplo, entre conductores aseguran que se podría considerar ampliar un carril en ambas direcciones para otorgar fluidez e, incluso, analizar si se puede habilitar un contraflujo en determinados tramos y horas del día.
“Lo que buscamos es una solución rápida a lo que ya sabemos que se va a construir, pero a largo plazo. Vía a la costa sigue creciendo, el parque automotor sigue creciendo porque la gente que viene a vivir a esta zona tiene carro -en su mayoría-, ya es tiempo de que se analicen medidas para no quedarse atascados cuando hay un choque”, manifiesta Rubén Barberán, quien vive en una urbanización del kilómetro 17. (I)