Luis Tigrero y Santa Mindiola, una pareja de adultos mayores, se sentaron sobre una tela para acomodarse en una las áreas verdes del parque Forestal. Sobre el césped, ambos observaban los árboles, la diversión de sus nietos y biznietos que jugaban en espacios de juegos y además de otras actividades que se desarrollaban en el entorno. Así, como ellos, más de cuarenta grupos familiares realizaban lo mismo en otros espacios del área recreativa la tarde del domingo pasado.
Desde cuando sus hijos eran pequeños, Tigrero solía frecuentar el sitio para también instalarse en el pasto, degustar comida, y ver a sus hijos jugar en el parque. Ahí compartían tardes de domingo con canguil, papas fritas y además refrescos. Sin embargo, en los últimos diez años, no había vuelto, entre otros factores por problemas de seguridad que se viven a nivel general en la urbe. Aquel domingo, dijo observar cambios en el parque como mayor movimiento y con más distracciones para los infantes, como juegos y actividades.
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“Veo bonito, la gente está bien organizada, pese a que la gente no sale por temor a tantos problemas que hay”, dijo el hombre, que se ayuda con un bastón para caminar.
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El domingo anterior, la concurrencia de personas era importante. Unos grupos familiares caminaban en los pasillos, otros optaban por descansar y compartir alimentos en el pasto, asimismo había quienes paseaban en un gusanito, andaban en bicicleta, compartían en juegos infantiles, como el carrusel, columpios y el salta salta.
La tarde del domingo anterior, como parte de las actividades para fomentar la integración de familias, la Dirección de Eventos y Turismo realizó una jornada de juegos tradicionales, con ensacados, carretillas y palo ensebado. En el sitio se congregaron al menos 300 personas. Además, los presentes disfrutaron del lanzamiento de espuma desde una máquina.
La competencia del parque Forestal fue asumida por la Municipalidad en la actual administración. Según el cabildo, se dan labores de mantenimiento, censo a comerciantes autónomos y labores de regeneración como parte del plan de transformar el espacio.
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Además, en un video compartido por Aquiles Alvarez, se indicó que unos 6.000 usuarios visitan el espacio cada fin de semana y el 75 % del parque ha sido recuperado.
Tigrero, quien reside en las calles 20 y Alcedo, en el suburbio, consideró que se deben programar más actividades para incentivar más la salida de grupos familiares. Por su parte, Mindiola sugirió que se pongan más juegos para los niños para que puedan tener opciones en medio del actual escenario de violencia con el que convive la urbe.
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“Ahora hay que sacarlos a pasear, porque así como estudian hay que darles diversión”, dijo la adulta mayor.
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En el parque también hay quienes disfrutan de festejos. Esa tarde de domingo incluso en un área se daba una producción de grabación con una banda musical y había grupos que armaron agasajos. Entre esos, en medio de los árboles, Luly Rodríguez armó el cumpleaños de su hija, de dos años.
Ahí, los allegados instalaron un estand para tomas fotográficas, una mesa de bocaditos con una torta, además un espacio en el piso para que los invitados realicen pinturas. A la hora del almuerzo compartieron un pícnic en medio de un ambiente ameno. “Se ve agradable el ambiente”, remarcó ella.
La madre de Luly, Lorena Rodríguez, quien no volvía al parque hace unos tres años, remarcó que anteriormente notaba descuido y ahora evidencia un ambiente más seguro. Por ello, ella contó que escogieron este sitio para la celebración en lugar de un local o restaurante.
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Durante la jornada del domingo anterior, en el costado de la calle Guaranda se observó la presencia de patrulleros de Segura EP y de policías metropolitanos. De igual manera, agentes policiales y guardias privados hacían rondas.
Lorena resaltó que el sitio tiene varias características que lo destacan como ideal para compartir en familia, como espacios abiertos, áreas naturales y juegos. “Vemos que ha habido un cambio, se nota limpieza, un ambiente agradable, vemos que está conservado, limpio y nos han dado apertura para hacer este tipo de reunión familiar, es muy chévere venir a compartir un par de horas con familiares”, dijo esta moradora del suroeste.
Ella auguró que se retomen espacios de cultura que anteriormente solía observar cerca del área de la laguna, donde se dan paseos en pequeños botes.
“Sería bueno retomar esas cosas positivas que nos ayudan a ver un Guayaquil diferente, un Guayaquil cultural. Parques como el Forestal muy poco se ve en el sur, esto es lo que tenemos en la parte del centro y sur. El parque Forestal es nuestro espacio de recreación del sur, es el más grande, diversidad de cosas, que ver y compartir”, dijo.
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Entre los grupos familiares también los espacios abiertos se muestran propicios para jugar deportes, sobre todo el fútbol, el favorito de adultos y pequeños locales. Sobre la esquina de Guaranda y El Oro, Alejandro Córdova y su hijo Dereck, de 9 años, acudieron a la diversión con un show de espuma. Luego de ello, ellos se movieron a una zona de árboles para jugar fútbol.
Él acudió al parque por esa primera actividad, aunque tuvo reparos. “Debería ser un área cercada para que solo ingresen los niños, se armó un poco de desorden, eso le faltaría a esa distracción”, dijo.
Este morador de la Trinitaria añadió que se debe tener un continuo monitoreo del mantenimiento de ciertos juegos infantiles para evitar accidentes y además que sea progresiva la promoción y organización de eventos, a fin de incentivar actividades constructivas para los niños y adolescentes. “Parece que le están dando bastante vida al parque, a pesar de que no es feriado se ve bastante gente”, resaltó. (I)
