A inicios de julio, Luis Argüello observó que en su patio había unos pequeños huevecillos pegados a la pared; algunos de ellos eran de color rojo y otros grises. Junto con su esposa lavaron la pared y el patio, pero poco después estos se multiplicaron por otras zonas de la casa, como garaje y cerramiento.
Argüello, quien vive en Los Ceibos, consultó a una empresa de control de plagas si estos eran huevos de algún insecto peligroso, a lo que le indicaron que eran polillas. En los más de diez años que vive en este sector, esta es la primera vez que convive con estos animales.
¿Los grillos pican? ¿Qué daños pueden ocasionar estos insectos en las casas?
“Pasamos de los pequeños huevecillos a las especies de mariposas que están en el suelo, en la pared, y otras dentro de la casa. Tenemos temor de que esto nos dañe la ropa o la madera, que es lo que siempre dicen que daña la polilla”, manifestó.
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Aunque ha realizado fumigaciones, los insectos aparecen en su vivienda, ya que está cerca de árboles frondosos.
Ese también fue el caso de Muriel Rosero, quien vive en Belo Horizonte, en el kilómetro 11 de la vía a la costa. Desde hace unas tres semanas convive con las polillas pegadas a sus paredes, sobre todo en exteriores.
“Lo primero que pensamos fue en poner como trampas con pegamento, pero se multiplican y ya es molestoso, porque no se pueden abrir las puertas porque se meten y, a lo que se las aplasta, sale como un polvito que causa alergia”, contó Rosero.
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En los últimos meses se ha reportado un incremento en la presencia de insectos comúnmente conocidos como polillas. Generalmente, estos animales aparecen en la época seca y con las altas temperaturas.
Por ejemplo, en una plaza comercial del kilómetro 14 de la vía a la costa, estos animales proliferan en paredes y suelo. De hecho, se observan los huevecillos y las polillas desarrolladas.
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Según el Municipio, estos insectos aparecen particularmente en zonas cercanas a cuerpos de agua y zonas de vegetación densa, como el sector de la vía a la costa, Ceibos, entre otras.
Los insectos pertenecen al orden Lepidoptera, el mismo de las mariposas, por lo cual comparten varias características y hábitos.
Estos animales, sin embargo, no suelen representar peligro para las personas o las mascotas, pues se alimentan principalmente de néctar y otros fluidos de las plantas en las cuales suelen desarrollarse hasta alcanzar la adultez, periodo en el cual migran hacia otras zonas a depositar sus huevos.
Es precisamente en esta migración en la cual se sienten atraídas hacia objetos brillantes, como focos y luces led, en los cuales suelen posarse en grandes grupos.
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Según Pablo Fuentes, residente de la vía a la costa, este sería un fenómeno similar al de 2016. En ese año, la presencia de polillas también se observó en este sector de Guayaquil. “No aparecen siempre, pero cuando aparecen sí es molestoso, como los grillos en el invierno con las lluvias”, señaló.
El cabildo recalcó que estos insectos suelen tener periodos de vida muy cortos (no mayores a un par de semanas) y suelen perecer luego de reproducirse o ser presas de otros insectos, anfibios o reptiles.
“Guayaquil cuenta con una población de insectos que ha sido diezmada por la expansión urbana, y la desaparición de ecosistemas y cuyas especies sobrevivientes se encuentran amenazadas, por lo cual la denominación plaga que suele ser usada para describirlos no sería la adecuada”, dijo el Municipio a este Diario.
Por ello, reiteró que las polillas, mariposas y escarabajos forman parte de la biodiversidad de la ciudad y sus zonas aledañas, y colaboran con procesos naturales, como el control de plagas y la polinización, por lo cual incentivan su conservación.
“Invitamos a la ciudadanía a consultar con la autoridad correspondiente antes de tomar alguna medida que amenace su existencia”, puntualizó. (I)
