La profesora Norma Lixta fue la encargada de cerrar una velada que se caracterizó por la presencia de la danza flamenca y contemporánea, por el clown y la cuentería. Y por un ambiente de amistad.

En ese marco, Lucho Mueckay, director de Sarao, ataviado con el traje de Norma Lixta, deseó una Navidad llena de paz y amor a los presentes.

Así culminó el programa de celebración de los 25 años de actividades del grupo Sarao, entidad liderada por Mueckay, que tiene el mérito de ser pionera de la danza contemporánea en Guayaquil y de haber formado a un grupo de cultores de ese género.

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Sarao también ha logrado el mérito de sostener, a través de los años, una sala experimental, en la que grupos nacionales y también internacionales presentan una diversidad de propuestas escénicas a nivel nacional.

La actriz Susana Nicolalde fue la maestra de ceremonias de la noche de festejos, en la que María Antonieta Ochoa, Omar Aguirre, Gloria Febres-Cordero, Grace Macías, Raymundo Zambrano, Zuly Guamán, Pedro Hurtado, Raquel Rodríguez y Juan Carlos González presentaron fragmentos de sus trabajos artísticos y ofrecieron su testimonio de gratitud a Sarao.

Mueckay también escogió esta velada para estrenar su reciente coreografía: La hija menor de Bernarda Alba, inspirada en la obra del español Federico García Lorca. La interpretó Zuly Guamán, acompañada de Pedro Hurtado. Fue una danza que concitó muchos aplausos por su propuesta honda y arriesgada. Y después de las presentaciones hubo un brindis.

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Por sus 25 años, Sarao ha llevado a cabo la campaña Casa propia para botarla por la ventana, que consistió en un programa de obras de teatro para recaudar fondos para adquirir la casa en la que el grupo escénico trabaja.