Ya son quince años desde que Jorge Delgado Panchana, de 61 años, comenzó a brindar un campo vacacional, como lo llama, dirigido a niños de 6 a 12 años. Este reconocido nadador dejó el nombre de Ecuador en alto con sus dos participaciones en los Juegos Olímpicos de Múnich (1972) y de Montreal (1976).

En tierras alemanas se ubicó cuarto, lo que por catorce años significó el logro más importante de Ecuador en unos Juegos Olímpicos hasta que Jefferson Pérez obtuvo la medalla de oro en Atlanta 1996. En Canadá se ubicó séptimo.

Delgado aún se mantiene activo, compitiendo en torneos masters, y observa la preparación de 35 chicos que este año se han inscrito en el primer campo vacacional que terminará el próximo 20 de marzo en su club deportivo, que lleva su nombre y funciona en la séptima etapa de la Alborada desde 1982.

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Cuando uno de los siete instructores de piscina se retrasa, él cubre su puesto. La mayoría de ellos son exalumnos del club o pasantes de la carrera de Educación Física, Deporte y Recreación de la Universidad de Guayaquil.

“Cuando los colegios comenzaron a ofrecer los campos vacacionales, en las vacaciones obviamente, muchos niños se quedaban en los planteles. Nosotros tuvimos que ofrecer la alternativa”, recuerda Delgado, cuyo padre fue Jorge Delgado Guzmán, comunicador social y exarquero de la selección del Ecuador y de Barcelona.

Delgado cuenta que con su padre acudían a la piscina y jugaban en el colegio Vicente Rocafuerte, y en los feriados acostumbraban a viajar.

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Explica que a medida que ha ido evolucionando la sociedad ecuatoriana, “cada día se ha hecho más competitiva y por ende ha habido más necesidades por parte de los padres que desean una formación íntegra de su hijo que incluya actividades físicas”.

Por este campo vacacional los padres deben pagar $ 140, por las tres semanas, que incluyen las clases de fútbol, defensa personal, manualidades y waterpolo. (I)